Volver al Indice – Historia de Autos Clásicos
Por Alejandro Franco – contáctenos
No era innovador para su época. Cada uno de sus detalles – tanto de ingeniería como de estilo – existían con anterioridad a la fecha de su lanzamiento. El motor adelante, el concepto de hatchback, el compacto con asientos traseros rebatibles que le daban una enorme capacidad de carga… No, la originalidad no era su fuerte, pero el Volkswagen Golf sintetizaba una idea y de la mejor manera posible. La solidez de su construcción lo ponía por delante de otros similares de mercado y ello, unido a la fama de Volkswagen como hábil constructor europeo de autos compactos, sirvieron para otorgarle al Golf el merecido cetro de heredero del exitosísimo VW Beetle, el cual buscaba una manera elegante de pasar a cuarteles de retiro.
Esta es la historia del Volkswagen Golf.
Buscando un heredero para el trono
Los sesentas habían sido muy buenos para la Volkswagen. Sus vehículos se habían convertido en productos de culto, e incluso la inminencia de la crisis del petróleo a principios de los años 70 había servido para revitalizar su política de coches accesibles y de bajo consumo. Pero el poseer modelos con mas de dos décadas de antigüedad estaba comenzando a mostrar sus grietas, especialmente en el mercado europeo en donde la VW estaba comenzando a perder terreno frente a otros modelos más innovadores. Era necesario sacar vehículos nuevos y, especialmente, buscarle un sucesor al Escarabajo, el cual vendía bien pero no tanto como años anteriores.
En realidad, todo pasaba por una cuestión de ingeniería. La VW – al mando de Heinz Nordhoff – era extremadamente conservadora y no lograba salir del motor trasero enfriado por aire. La empresa había probado suerte con el Type 3, pero no dejaba de ser un Escarabajo remodelado. Hasta el deportivo de la marca – el Karmann Ghia – no era mas que el producto de siempre disfrazado con ropas de seda.
Las cosas empezaron a cambiar cuando la Volkswagen, viendo sus limitaciones técnicas, decidió expandirse y adquirir otras empresas fabricantes de autos, las cuales le inyectaron sangre fresca e innovaciones tecnológicas a la tradicional marca alemana. Luego de comprar Auto Union (devenida Audi) en 1964 y renegar con un motor refrigerado por agua heredado de Mercedes Benz (y al cual le falta pulir muchísimo), siguieron con el desembarco en NSU en 1969 y decidieron apropiarse del K70, un modelo que la NSU venía diseñando desde hacía años pero que no lograba hacer despegar. El K70 tenía un diseño agradable y un motor de tracción delantera fiable, los cuales sedujeron a la Volkswagen para venderlo con su propia marca. Lamentablemente el K70 tenía un potente defecto de nacimiento, y era que compartía carrocería con el NSU Ro 80, el cual poseía un innovador pero problemático motor Wankel. Salvo el escudo de la VW, no había diferencias visibles entre ambos modelos y los clientes pensaron que el K70 no era mas que el Ro 80 con otra marca, sin siquiera enterarse que poseía un motor standard y eficiente. El Volkswagen K70 duró poco en mercado y fue sacado de circulación en 1974, siendo reemplazado por el Volkswagen Passat.
Mientras que la experiencia comercial con el K70 bordeó el fracaso, al menos la experiencia con Audi había dado mejores réditos. El jefe de ingeniería de Audi, Ludwig Kraus, venía puliendo el motor M118 de Mercedes Benz que la VW venía instalando en los primeros coches de la marca y logró entusiasmar a la gerencia como para tomar todo el expertise aprendido y aplicarlo en un motor nuevo. Así es como nació el EA827 – el primer engine refrigerado por agua de Volkswagen – que comenzó a ser usado en el Audi 80 en 1972 y que, con variantes y mejoras, pronto abastecería a toda la línea de vehículos de Volkswagen y Audi desde aquel año hasta el 2013. Los popes de la Volkswagen decidieron tomaron el motor de Kraus y lo trasplantaron a un coche compacto que representara un avance en su habitual línea de productos. Para ello encargaron el diseño a Giorgetto Giugiaro (padre del Lamborghini Miura, entre otros vehículos), y le solicitaron un diseño simple, práctico e innovador. Así fue como Giugaro apareció con el Golf en 1974.
En sí, el Golf era un producto de su tiempo. Era un hatchback, tal como los modelos japoneses de la época, y no poseía demasiada potencia pero al menos era accesible, consumía poco y era confortable. Cuando apareció en 1974 se transformó en un éxito inmediato, llegando al millón de unidades vendidas en menos de tres años. Desembarcó en Norteamérica en 1975 y, aunque no era un best seller como el Beetle, mostraba números interesantes y crecientes de venta. El problema con que se topó la VW era que los Estados Unidos habían recalentado los impuestos de los autos importados – para defender su industria nacional – y ello provocaba que la Volkswagen perdiera cerca de u$s 100.- por cada Golf vendido. Es por ello que la empresa alemana tomó la arriesgada decisión de montar una empresa propia en suelo norteamericano, convirtiéndose en la cabeza de playa de una movida imitada por empresas asiáticas de todo tipo y color que continúa hasta nuestros días.
Si bien el VW Golf vendía bien, daba la impresión de que faltaba un incentivo para que el público terminara por abrazar al producto. Es por ello que, a mediados de los años 70, un grupo de ingenieros de la Volkswagen – liderados por el jefe de proyecto Anton Konrad – decidieron probar en secreto una versión potenciada del Golf. La idea en sí no era nueva – algo similar había ocurrido con la BMC y el legendario Mini Cooper -, pero las mentes conservadoras de la Volkswagen parecían no estar dispuestas a comprar el proyecto. Después de casi dos años de desarrollarlo en silencio, Konrad y los suyos decidieron blanquear el proyecto y mostraron un Golf deportivo con gran perfomance y, lo que es mejor, acompañado de un plan comercial que lo convertía en un modelo selecto y muy rentable.
Así nació el Golf GTI en septiembre de 1975, el cual obtuvo una gran respuesta por parte del público. Si el Golf standard era divertido de manejar, el GTI era una experiencia salvaje. En realidad el éxito consistía en que el coche era muy liviano y el motor muy potente – un Audi 1.6 de 110 hp -, lo que le daba una velocidad máxima de 182 km/h. Además iba de 0 a 100 km/h en 9 segundos, una perfomance impresionante que competía con productos más caros como el Porsche 924 y el Datsun 280 Z; y aunque era ruidoso, también resultaba ser muy económico. Prácticamente consumía un poco más que el Golf standard.
De ese modo Volkswagen había creado un nuevo rubro – el Hot Hatchback -, tal como la Ford había inventado el Pony Car una década atrás. Mientras el GTI vendió muy bien en el resto del mundo, la VW decidió desembarcarlo en USA recién en 1983, y después de una ferviente campaña del público. Es que la gente quería probar el Golf deportivo en vez del económico, americanizado y ligeramente aburrido Golf standard.
El problema con que comenzó a enfrentarse la Volkswagen en Norteamérica era el estilo y el precio. A mediados de los 80 comenzaron los rediseños del Golf, pero ninguno de ellos mejoraba demasiado la visión original del modelo y a los clientes norteamericanos les comenzó a parecer un auto anticuado. Por otra parte la Volkswagen comenzó a cambiar el lineamiento del producto, haciéndolo un compacto lujoso y alejándolo del nicho que lo hiciera popular. Y aunque el Golf se hizo más grande, potente y confortable, no dejaba de ser un compacto muy caro en comparación a otros coches tres volúmenes de precio similar o inferior y confort parecido. El espíritu original de Volkswagen Golf se desvirtuó para convertirse en un compacto de clase alta, algo caro para lo que realmente es, y perdiendo el sabor popular de sus inicios.
Es posible que las nuevas generaciones de Golf sean coches mejores que el original (e incluso ganaran premios al diseño e ingeniería en Europa); pero han perdido el sabor del coche divertido y popular que fuera en sus orígenes. En sí, la evolución del VW Golf no difiere demasiado de la del Mini Cooper, e incluso de la del nuevo Beetle, en donde la versión actual conserva algún rasgo visual de su antecesor, pero su genética es completamente diferente.
