Volver al Indice – Historia de Autos Argentinos
Por Alejandro Franco – contáctenos
Esta es la historia de un pequeño sedán turismo de diseño pragmático y prestaciones deportivas. También es la historia de un modelo (o grupo de modelos) que resultó muy caro al corazón de los argentinos y que, en su momento, representaban la oportunidad mas barata de acceder a un coche con pique y alma fierrera… aunque de vista se veían como un simple auto familiar. Sip, hablamos de la historia del Fiat 1500 y de su sucesor, el Fiat 1600 / 125, cuyas crónicas son breves pero están relacionadas, y que aquí en Argentina comparten mas de un dato anecdótico.
Turismos con pique deportivo
Muchos creen que la moda de los sedanes pequeños con pique deportivo nació con la Neue Klasse en 1962, cuando BMW lanzó el icónico 1500 (y que sería el modelo que salvaría a la marca de la quiebra). Es cierto que en esa época muchos copiaron la fórmula – Alfa Romeo estrenaría el mítico Giulia en 1962; y hasta los japoneses de Datsun tendría su versión local con el celebrado 510 -, pero Fiat la inauguró en 1961 con los Fiat 1300 y 1500. La característica de la fórmula estaba presente: sedán de tres volúmenes, excelente visión panorámica para el conductor, una carrocería muy liviana, frenos reforzados y un motor mas que potente para lo que era el auto. El 1300 y el 1500 compartían carrocería con diferencia en el tamaño de los motores; y aunque en Italia proliferaban las variantes de cada modelo, sólo el 1500 llegaría a la Argentina. Fiat Concord lo comenzaría a importar ni bien salió en Italia y, en vista del éxito, decidió comenzar a ensamblar el 1500 a partir de 1963. Ya para 1965 era fabricado en Argentina.
Una hermosa cupé Fiat 1500 argenta. El diseño se basaba en una costosa cupé manufacturada por Vignale en Italia, de la cual Fiat Concord obtuvo los derechos exclusivos para reproducir en nuestros pagos… siempre que no se vendiera fuera de Argentina. Como los derechos anuales eran caros, qué mejor que hacer una argentineada y reciclar prácticamente todo el modelo con algunos detalles estilísiticos….
El Fiat 1500 C que se hacía en Argentina, cosa curiosa, era 20 cm mas largo que el 1500 original italiano. El motor estaba retocado y llegaba a 147 km/h y traía frenos de disco en las ruedas delanteras, siendo pionero en el mercado argentino. Fiat Concord lo fabricaba en 4 versiones: el sedán, la rural, la pickup y la cupé, la que se basaba en un modelo de Vignale.
La historia de la cupé 1500 Vignale es curiosa: el carrocero italiano había creado el diseño para una serie limitada de 125 coches producidos en Italia entre 1963 y 1965. En 1966 decidió licenciar el diseño a Fiat Concord para fabricarlo exclusivamente en Argentina, lo que incluiría una serie de cambios como un nuevo tablero, una caja de 4 cambios, frenos hidráulicos delante y a tambor detrás.
El Fiat 1500 sería un suceso en todo el mundo. Fiat fabricaría 1.900.000 unidades en todo el mundo (el 1500 sería licenciado a los yugoslavos Zastava, a los polacos de Polski y a los españoles de SEAT), de los cuales 123.000 pertenecían a la producción argentina. Mientras que en Italia se produjo hasta 1967, acá lo fabricarían hasta 1969 (sedán) y el resto de los modelos hasta 1971 / 1972
Entra a jugar la picardía criolla
El 1500 era un gran auto: rápido, cómodo, económico. Pero tenía dos contras: diseño desfasado y la escasa protección contra la corrosión, un drama que afectaría prácticamente a todos los modelos que produciría Fiat Concord hasta los años 80, año en que se fusionaría con SAFRAR y daría a luz a Sevel Argentina.
Para amortizar la inversión demandada por la producción nacional de un vehículo nuevo, a la gente de Fiat Concord se le ocurrió hacer un híbrido como sucesor, un coche de carrocería nueva pero que usara la mecánica del modelo anterior. Si esto les suena conocido es porque se volvió práctica frecuente en los 80 y 90 hasta que la modernización de la industria (y la apertura de las importaciones) obligara a los fabricantes argentinos a volverse competitivos. Acá tuvimos Renault 19 con motores de Renault 12 y Fiat Regatta con motores de Fiat 125, y en 1969 lo que engendró Fiat Concord fue el 1600, modelo único en el mundo con faros, motor y detalles mecánicos del 1500, y carrocería del Fiat 125 que justo estaba debutando en Europa ese mismo año.
… dando a luz el Fiat 1600 cupé, el cual era idéntico a la cupé Vignale con la diferencia de la cola trasera (fastback), y declarándola como un modelo fatto in casa, aunque las influencias son evidentes. La cupé 1600 evolucionaría a la cupé 125 sin mayores cambios estéticos a excepción de usar el motor del Fiat 125 con una mecánica algo tuneada y con un poco mas de pique.
El Fiat 1600 era mas veloz que su predecesor, ya que tomaba el motor de 1.625 cm3 que se había usado en los últimos modelos del 1500. La mecánica seguía siendo simple y fiable, el rendimiento óptimo – ahora llegaba a 151 km/h -… pero tenía los problemas de terminación de siempre y la nula protección contra la corrosión del 1500. Tendríamos que esperar hasta 1972 para que Fiat Concord “sincerara” al 1600 y lo transformara en el Fiat 125 que debía ser desde el principio, con un motor de 1.608 cm3 que daba la inédita velocidad de 171 km/h, algo impensable para un coche tan pequeño.
El Fiat 125 sería extremadamente popular y se fabricaría hasta 1982, siendo el último modelo ese engendro criollo que fue el Mirafiori – con estética improvisada que intentaba copiar al auténtico original italiano, el Fiat 131 Mirafiori y que nunca llegó a estos lares -. Plagado de detalles plásticos descartables y nada durables, sería otro invento de Sevel – junto con otros modelos de Fiat como el 128 Super Europa y el Fiat Brio – que intentaban estirar la vida comercial de un modelo cuya estética antigua era imposible de camuflar. 188.971 unidades se producirían del 125 desde 1972 hasta 1982, hablando a las claras de la popularidad del modelo.
Cupés Vignale a la criolla
Ya hablamos del Fiat 1500 cupé, el cual estaba basado en un selecto modelo diseñado por Vignale y a quien Fiat Concord tenía que pagarle costosos royalties todos los años. Ok, era un modelo mas caro y exclusivo pero las cupés no eran ni por asomo tan populares como el sedán – sólo 5.228 unidades producidas entre 1966 y 1970 -, razón por la cual la gente de Fiat Concord decidió buscar la manera de solucionar el asunto… desarrollando su propia cupé.
Con el mercado cautivo, los fabricantes pueden hacer lo que quieren: como vender cosas viejas camufladas de cosas nuevas. La industria argentina está plagada de casos semejantes, sean televisores, computadoras… o autos. El Fiat 1600 es un cabal ejemplo de ellos, de ese trato de “clientes de segunda categoría” que sufrimos los argentinos durante décadas (y que se evaporó cuando el mercado se volvió competitivo con la aparición de la importación). Si en 1969 trajeron la matricería del novedoso Fiat 125… ¿por qué seguir poniéndole el motor del Fiat 1500, el cual ya tenía 8 años de antigüedad cuando apareció el 125?. No contentos con eso, seguimos usando el motor viejo hasta 1972, cuando las fabricantes se dignaron en traer e instalarle el auténtico motor del 125… el que decidieron explotar hasta 1981 con el horrendo modelo final que bautizaron Mirafiori… aunque el Fiat 131 Mirafiori real era fabricado en Europa hace tiempo y era un coche mas grande, moderno y cómodo que los reciclados argentos que inventaron acá.
Lo que hicieron fue tomar un montón de detalles estéticos de la cupe 1500 by Vignale y agregarle una cola fastback, pasando a llamarla cupé 1600. Vale decir, no había muchas diferencias estéticas ni de mecánica a excepción de la cola. Entre 1970 y 1972 se hicieron 3.605 unidades de la Fiat 1600 Sport. Por supuesto, cuando vino la era del Fiat 125 la gente de Fiat Concord – en un alarde de originalidad y siempre con la idea de amortizar costos – le cambió el motor a la cupé (poniéndole el del 125) y la renombró como Fiat 125 Sport, la que se produjo entre 1972 y 1977, rematando a precio de ganga en 1978 todo el sobre stock que le había quedado del año anterior y que se oxidaba en los playones de su planta en El Palomar.
Conclusiones
A nadie le cabe dudas que Fiat siempre supo sintonizar los gustos populares y dio a luz modelos mas que deseables. El problema es que la producción nacional siempre tuvo problemas de calidad, en donde los consumidores la aceptaban con resignación en vista de las virtudes mecánicas del producto. Yo he visto tableros descuadrados, respaldares de los asientos doblados a la mitad (como si la base fuera un planchón de madera aglomerada que se ablandara con la humedad), y carrocerías con agujeros como si la hubieran agarrado a los balazos. ¿Había necesidad de ser tan desprolijos?. ¿Había necesidad de vender durante 10 – 15 años un mismo producto con horrendos aditamentos para darle aire de moderno a un coche viejo?. Otras marcas mantuvieron mayor constancia pero los productos Fiat de aquellos años dejaban mucho que desear. Por eso en esa época no eramos competitivos y no podíamos venderle a nadie en el exterior coches argentinos (y cuando lo hacían, daban pena al lado de otros coches, ya fueran los fabricados en Brasil o los armados en Uruguay). Eso no quita que sean autos amados y que hoy sobrevivan muchos ejemplares de aquella época porque sus dueños los han reparado, recalibrado y repintado, compensando los horrores de calidad en aras de mantener a una raza de autos de mecánica admirable y prestaciones formidables.