Volver al Indice – Historia de las Marcas
Por Alejandro Franco – contáctenos
Paises pequeños y con escasos recursos: semilleros de ingenio. La necesidad aviva la inteligencia y da a luz sociedades de pensamiento avanzado, porque saben que la cultura es la mejor arma contra el hambre. Vean sino Japón, un país que no tiene nada – pero nada de nada, ni un gramo de acero ni una gota de petróleo – y que se ha convertido en una súper potencia económica (quizás hoy eclipsada por la brutal expansión de la economía china). O, sin ir mas lejos, Uruguay, que tiene pocos recursos pero tiene una exportación de carne vacuna superior a Argentina (¿cómo?), el sector bancario mas importante de Sudamérica, un nivel cultural notable y leyes de avanzada que van desde el divorcio hasta la separación de la iglesia y el estado, eso sin contar con la legalización del consumo de marihuana (monitoreado por el estado). Si hay un país europeo con el cual Uruguay pueda equipararse, es sin duda Holanda: pequeño, plagado de leyes revolucionarias y extremadamente liberal. Holanda no posee mucho, pero sabe cómo explotar cada gramo de tierra hasta la última instancia: expandieron su país ganando tierras al mar (y usando un revolucionario sistema de diques), tienen el monopolio de los tulipanes (que parece una pavada pero le deja una fortuna al estado holandés), poseen un equipo de fútbol legendario, y son tan liberales que legalizaron la prostitución y el consumo limitado de drogas en zonas privadas. Es gente cuyo pensamiento va diez pasos adelante del resto, y que si no se han podido convertir en súper potencias es porque tienen recursos contados.
Entre las cosas que uno desconoce de Holanda es que poseen una importante fábrica de camiones – la DAF, fundada en 1928 -. Como le pasó a media Europa en los años 80s y 90s, la DAF perdió autonomía y fue dividida en partes, algunas absorbidas por otras marcas de autos y otras quedaron en sociedad con empresas extranjeras. Aquí no nos ocuparemos de su negocio principal – camiones y vehículos militares – sino hablaremos de la época en que la DAF se lanzó al mercado automotriz, produciendo una serie de coches pequeños y populares, los cuales tenían alguna que otra idea revolucionaria.
Este que vemos aquí es el DAF 600, el primer coche producido por la marca. Sí, se ve similar al Trabant de la Alemania Comunista, y es que en realidad participa de una idea similar: un coche barato, cómodo y confiable. Lo fabricaron entre 1959 y 1963.
Lo que separaba al DAF 600 del resto de la manada es que tenía un dispositivo único llamado CVT (transmisión continua variable) o Variomatic que utilizaba un complicado sistema de contrapesos para almacenar el vacío producido por el motor. Ese vacío se reutilizaba cuando el auto alcanzaba la velocidad máxima, en donde el conductor iba soltando suavemente el acelerador y el colector de vacío retroalimentaba las revoluciones del motor, haciendo que el coche fuera mucho mas rápido de lo que el engine podía dar. De ese modo un DAF con motor de 600 cc que llegaba gateando a los 97 km/h podía estirarse a los 110 km/h gracias a este revolucionario sistema. El tema es que para frenar, había que tener un dispositivo diseñado a tal efecto, que absorbiera la potencia del vacío inyectada al motor para que el engine terminara caminando por su cuenta y allí se pudieran usar los frenos standard. Durante toda su existencia la DAF instaló el CVT en todos sus autos de línea; y, aunque parezca una excentricidad, el sistema se sigue usando en la actualidad, estando instalado en coches como el Toyota Corolla, el Toyota Prius, el Ford Fiesta, los Honda Civic y Accord, y en numerosos modelos de Jeep, Nissan y Subaru.
No, no es el mismo coche de la foto anterior… ¿o sí?. El DAF 750 fue una versión mas potenciada del 600, y hasta los holandeses se dieron el gusto de sacar una versión lujosa (el Daffodil), el cual se vendió entre 1961 y 1967, y del cual se produjeron 132.919 unidades, todo un hito para la industria automotriz local.
No, no, no es el mismo coche de antes. Bah, está visto que los holandeses no se mataban demasiado con el diseño si las ventas iban bien. El DAF 33 se vendió entre 1967 y 1974 y su único fin era vender un coche barato que sirviera para amortizar los costos de diseño del DAF 44 (que había aparecido en 1966 y se vendería con diversas variantes hasta mediados de los años 70).
El DAF 44, diseñado por Michelotti. Tenía un motor mas potente (de 844 cm3), y era un intento de DAF de salir del nicho de autos económicos con algo mas sólido y competitivo. Se produjo entre 1966 y 1974, con un sucesor (el DAF 46), prácticamente idéntico y con escasas mejoras, producido apenas por dos años, entre 1974 y 1976.
La idea de hacer algo medianamente excitante llegó tarde a la DAF, quienes se despacharon con el DAF 66 en 1972. Le pusieron motores Renault de 1.1 litros e hicieron una versión deportiva (Marathon) ligeramente potenciada. El 66 dió para todo, para sedanes, camionetas y hasta para un pequeño jeep para el ejército holandés. Se vendió hasta 1975, época en que la Volvo compró la división automotriz de DAF y relanzó el coche como Volvo 66. Los suecos le metieron un montón de accesorios de seguridad, lo que disparó los costos de producción del coche. Se vendió bastante bien – 106.000 unidades como Volvo 66 entre 1975 y 1980 -, pero en Suecia lo odiaban y no lo consideraban un Volvo de pura raza.
¿Por qué Volvo compró DAF?. Primero, porque quería entrar al Mercado Común Europeo – cerrado para todos aquellos que no eran miembros… y Suecia no lo era en aquel momento -. Segundo, porque el acceso a motores Renault le permitía producir coches mas económicos, con lo cual planeaba sacar una línea mas competitiva de compactos orientados a la clase media. Ciertamente los primeros modelos surgidos de la fábrica holandesa – el 343 (en foto), la serie 440 / 460 – tenían incongruencias serias de diseño, pero tenían una mecánica sólida, un precio tentador (con el prestigio de Volvo atrás) y todos los accesorios de seguridad que siempre caracterizaron a la marca. Después del 440 / 460 pegaron el salto de nicho, generando compactos mas lujosos como el S40 (1995 – 2012, el cual ya era un Volvo de pura cepa), y el V40 que se fabrica hasta la actualidad.
Si bien DAF no hizo coches revolucionarios, quizás su mayor legado haya sido darle la posibilidad a Volvo de expandir su linea de productos con modelos mas audaces y menos contracturados, terminando por cimentar la fama de la marca sueca como sólida fabricante de coches de lujo.