Volver al Indice – Historia de Autos de Culto
Por Alejandro Franco – contáctenos
Autos con corazón de motocicleta. Engendros armados en madera o fibra de vidrio, y cuyo grado de seguridad ni siquiera rozaba los standards mínimos. Pero fueron una solución temporal en países devastados por la guerra, y le daban a sus dueños la sensación de manejar un auto real,… aunque fueran meros paliativos transitorios. Este es el mundo de los microcoches y acá nos despachamos con otra tanda de modelos de época.
Los microcoches no datan sólo de las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial; ya la Primera Guerra Mundial había dejado a Europa – y especialmente a Alemania – en ruinas, y ya había gente para esa fecha que experimentaba con microcars, como este Moll-Mobil III Chemnitz Roadster de 1921. Dos pasajeros sentados en tándem (!) y un motor de 125 cc ubicado entre las piernas del conductor. Vale decir, era una bicicleta de dos carrozada y motorizada. La Moll-Werke no logró popularizarlos y en 1925 ya estaba bajando la persiana. Del Moll-Mobil sobreviven dos o tres unidades en manos de coleccionistas.
Una berlina Inter 175 A de 1955 (también conocido como Inter Autoscooter). Construido por los franceses de la SNCAN – dedicados a fabricar aviones -, esta gente quiso armar un vehículo utilizando piezas de avión. Eso lo convierte en hermano espiritual del Messerschmitt KR-175 – que también tenía cabina, parte de fuselaje y ruedas de avión -, otra firma de aviones que apeló a los microcoches para sobrevivir la postguerra. 300 unidades se fabricaron entre 1954 y 1956
La Hitachi Aviation era una firma japonesa dedicada a construir aviones de guerra. Con la caída de Japón le ocurrió lo mismo que a muchas empresas alemanas – se le vedó producir material de guerra -, así que entró en sociedad con Fuji Automobile en 1952 y comenzó a producir motos y pequeños autos. El Fuji Cabin de 1957 es uno de sus modelos mas exquisitos: disponía de una sola óptica frontal, tres ruedas, motor de 121 cc de dos tiempos y carrocería de fibra de vidrio. Los japoneses son amantes de los autos pequeños y el Fuji Cabin hubiera sido un éxito si no hubiera tenido gruesos errores de terminación, comenzando por la calidad de la fibra de vidrio. Sólo se producieron 85 unidades entre 1957 y 1958.
Un Mazda R360 de 1960. El R360 es el primer coche real producido por Mazda, ya que hasta ese entonces sólo producía Rickshaws – esos taxis – scooters tan populares en la India -, amén de maquinarias y herramientas (durante la Segunda Guerra Mundial llegaron a fabricar el Arisaka Type 99, la carabina de uso standard entre el ejército japonés). Todo en él era pequeño: 1.75 metros de distancia entre ejes, un motor de 356 cc trasero y refrigerado por aire, y una modesta velocidad máxima de 84 km/h. Se hicieron versiónes pickup y hasta convertibles del R360. Se fabricaría de 1960 a 1966 y sería sucedido por uno de los modelos mas populares de la marca, el Mazda P360 (o Mazda Carol), que tomaba prestadas muchas ideas de R360 y que, con distintas etapas de evolución, llegaría hasta el día de hoy.
Un Subaru 360 de 1968. Si bien Japón era otra de las potencias devastadas por el el paso de la Segunda Guerra Mundial, la prolijidad y disciplina nipona pronto pusieron al país en el sendero de la recuperación económica. Una de sus primeras disposiciones fue la de instituir en 1949 la norma de los Kei cars – vehiculos de transporte urbano de baja cilindrada, bajo poder y consumo, y pequeño tamaño para un fácil estacionamiento -, la cual existe hasta el día de hoy. La ventaja de producir un Kei car era que se participaba de una serie de exenciones impositivas con lo cual los coches de la categoría eran relativamente accesibles. La primera etapa de los Kei car (1949 – 1975) los limitaba a 360 cc como máximo de cilindrada, aunque hubieron revisiones en 1976 y 1990. Apodado ladybug (mariquita), el Subaru 360 fue extremadamente popular en Japón (se produjo entre 1958 y 1971) y llegó a exportarse a otras partes del mundo. Luego sería reemplazado por el Subaru R-2, menos popular pero mas sólido en cuanto a diseño y construcción.
Un Rovin D4 de 1953. Los franceses de Rovin fabricaban motos desde 1921 pero en 1946 expandieron su rubro con el de los microcoches. Prolijo y bonito, con un motor de 462 cc que le permitía llegar a los 85 km/h, el D4 fue el último modelo de la marca, la que cerraría sus puertas en 1958.