Volver al Indice – Historia de Autos de Culto
Por Alejandro Franco – contáctenos
Coches sólidos, espartanos… e inaccesibles. Así se podría definir a los autos producidos en la Unión Soviética durante su existencia entre 1917 y 1991. Su sistema de castas – donde los oficiales del gobierno tenían todos los privilegios – dejaban a la clase media y baja con escasas opciones para obtener su propio coche debido a los precios y a las trabas burocráticas. Es por eso que muchos de los autos que reseñamos aquí son limusinas oficiales o coches designados para oficiales de rango medio de un gobierno que se suponía igualitario, pero que era tan clasista como aquellos a los que criticaba y pretendía derrocar.
¿Un supercar ruso?. La pregunta es: ¿por qué no?. Este Cardi Curara de 1998 fue construído de manera artesanal y sólo hay un espécimen en el mundo. Tiene un motor 5.4 litros BMW, y un aire a roadster Cobra que mata. Cuenta con 326 HP y una velocidad máxima de 318 km/h. No existen muchos datos sobre él, excepto que costaba u$s 198.000 cuando salió a la venta (ahora el valor, en manos de coleccionistas, debe ser muy superior).
Comenzamos con las limusinas de la era soviética; en este caso un GAZ 12 de 1956. Con reminiscencias de Cadillac y Buick, este coche enorme era impulsado por un relativamente modesto motor de 3.5 litros que le permitía llegar con lentitud a los 126 km/h. Contrariamente a lo que parece, este coche de lujo podía ser adquirido por particulares en los tiempos de la Unión Soviética, aunque su precio era exorbitante. Muchos miembros medios de la Nomenklatura lo usaban, así como fue destinado a taxis y ambulancias. Se fabricó entre 1950 y 1960, cuando fue reemplazado por…
… el GAZ Chaika M13, el cual se produjo entre 1959 y 1981. Como otras limusinas GAZ, el Chaika estaba reservado a autoridades de mediano rango (los de rango alto usaban limusinas ZIL). Al contrario de su antecesor no podía ser adquirido por particulares, aunque si rentado para ocasiones especiales como casamientos. Se produjeron camionetas, ambulancias y hasta una versión como coche fúnebre. Fueron exportados a todas partes del mundo en cantidades individuales, ya que era el vehículo oficial de los embajadores soviéticos en el exterior – incluso Fidel Castro llegó a tener uno -. Tenía un potente motor de 5.5 litros, que lo hacía llegar a 159 km/h. Debido a sus prestaciones (y tamaño) también era el preferido de la KGB, el cual no es un dato muy simpático que digamos.
Si los GAZ previos eran un ejemplo de buen gusto – inspirados en coches americanos de la época -, el GAZ Chaika M14 es un collage de estilos que no cuaja con nada. Se fabricó entre 1977 y 1988, y era básicamente el Chaika M13 con una carrocería mas moderna. Además de eso, tenía una serie de lujos electrónicos (TV, teléfono móvil, etc) que los otros modelos carecía. Se hicieron 1.114 unidades hasta que la Perestroika le pasó por encima; considerándolo un auto elitista, Mikhail Gorbachov ordenó destruir su matricería, previniendo que otros pudieran volver a fabricarlo como símbolo de la era comunista que se extinguía a fines de los años 80.
¿Y qué quedaba para la plebe?. Coches como el GAZ Volga M21. Se hicieron cerca de 640.000 unidades entre 1956 y 1970. También estaba pensado para oficiales menores del gobierno soviético (aunque podía ser adquirido por particulares a precios altísimos), el Volga era un coche extremadamente robusto, dotado de una protección anticorrosión notable e inusual para la época. Sólido y admirado, quedaría estéticamente desfasado para finales de los años 60, donde sería reemplazado por el GAZ 24 en 1970.
Si los ingleses tenían el Invacar, los soviéticos tenían el SMZ S-3A, otro microcoche diseñado para discapacitados. Fabricado entre 1958 y 1970, se entregaban gratis a los discapacitados a través de los planes sociales soviéticos. Daba 55 km/h con un motor de 346 cc. En 1970 serían reemplazados con el SMZ S3D, del cual hablamos en la parte II de nuestro informe sobre microcoches.