Volver al Indice – Historia de Autos de Culto
Por Alejandro Franco – contáctenos
La época de Moore se destaca precisamente por no tener vehículos destacados, a excepción del Lotus Esprit. En 007 En la Mira de los Asesinos – la despedida de Roger Moore de la saga – maneja un vulgar Renault 11 (al que hace pedazos en las calles de París), el cual ni vale la pena reseñar. Bond es sinónimo de glamour y alta gama, y recién esa aura comenzaría a recuperarse con la asunción de Timothy Dalton en el rol en 1987.
(si desean saber mas sobre James Bond, los invitamos a visitar nuestro sitio El Servicio Secreto de Su Majestad http://www.portalarlequin.com.ar en donde revisamos todos los filmes de 007 así como sus antecedentes literarios e imitadores de la época)
Su Nombre es Peligro (1987) – Aston Martin Vantage
The Living Daylights (1987) marcaría el ingreso del cuarto Bond de la franquicia oficial: el galés Timothy Dalton, que había sido candidato al rol en 1969 y en 1973, y que había ser descartado por ser demasiado joven. Para reforzar la idea de que era un regreso de la saga a las viejas fuentes – menos humor, trama mas seria, mas gadgets -, decidieron resucitar el trato comercial con Aston Martin y pusieron a Dalton al mando de un Vantage. Es la primera vez en la saga que Aston Martin se repite como marca, y marcaría el inicio de una tendencia que seguiría hasta nuestros días – en la mayoría de los filmes siguientes Bond tendría algún Aston Martin como auto principal, o usaría como coche personal el famoso DB5 de Goldfinger -. En lo personal se nota que Aston Martin no se mataba mucho con el diseño – salvo la trompa, el resto del auto es idéntico al DBS que manejó George Lazenby en OHMSS en 1969 -. Ya para 1987 el Vantage era un coche con 10 años de antigüedad en el diseño; tenía un motor 5.3 litros V8 y una enorme potencia, lo que le dió la fama de ser el primer supercar británico. Con una velocidad máxima de 270 km/h, sólo era superado por el Ferrari Daytona como el coche mas rápido del mundo. En la ficción traía la versión moderna de los gadgets clásicos del DB5 de Goldfinger; en vez de un torno para destrozar las ruedas de los autos contiguos, usaba un rayo láser para rebanar el piso de los mismos; en vez de ametralladoras tenía proyectiles teledirigidos; además portaba patines de sky, un turbo afterburner (como el de los batimoviles!) y un mecanismo de autodestrucción. Del Aston Martin Vantage se hicieron apenas 534 unidades.
Goldeneye (1995) – BMW Z3
Dalton regresó con escaso éxito en la cinta Licencia Para Matar (1989) (en donde no manejaba ningún coche destacable) y después la serie se estancó en un impasse interminable que duró 6 años. Muchos pensaron que la tibia taquilla de Licencia Para Matar había liquidado a la saga, pero lo que pasaba en realidad es que los productores y el estudio estaban en plena guerra judicial con la Sony / Columbia, quienes clamaban tener derechos suficientes para crear una serie paralela de 007. El punto en cuestión pasaba porque Kevin McClory – un productor cinematográfico que se asoció a Eon Productions para filmar Operación Trueno en 1965 y que tenía los derechos sobre el filme ya que había co-escrito el libreto original – estaba empleado en la Sony, y con ellos ya había producido su pertinente remake de Thunderball llamada Nunca Digas Nunca Jamás (1983) (y logrando traer de regreso a Sean Connery al papel).
La disputa se arregló con un acuerdo extrajudicial que calló permanentemente a McClory y a la Sony a cambio de darle los derechos cinematográficos sobre Spiderman (que hasta ese momento estaban en manos de la MGM). El tema es que, para 1995, Timothy Dalton se sintió demasiado viejo para el papel y optó por renunciar, dándole vía libre a Pierce Brosnan, quien tendría que haber sido 007 en The Living Daylights si no fuera porque la extensión del contrato de su serie Remington Steele le arruinó los planes. Las segundas oportunidades abundan, y Brosnan debuta con toda la gloria en Goldeneye (1995), manejando un Aston Martin DB5 igualito al de Goldfinger para beneplácito de los fans. Pero el entusiasmo dura poco ya que los ingleses pronto descubren que el coche de elección de 007 para el filme es un sacrílego BMW Z3 germano. ¿Y por qué este cambio de planes?. La realidad es que la industria automotriz inglesa había sido despedazada por las políticas ultra conservadoras de Margaret Thatcher en la década del 80, y el 90% de las fábricas británicas de autos terminaron en manos extranjeras – BMW se hizo cargo de BMC (y del Mini) y Rolls Royce, Volkswagen compró Bentley, los hindúes de Tata adquirieron Jaguar, y hasta Aston Martin quedó en manos de Ford -. Todo un horror. Considerando la posición predominante de BMW en el mercado británico (con su marca principal y sus marcas adquiridas), cerrar trato con BMW sonaba como una decisión que se caía de maduro aunque iba en contra del nacionalismo intrínseco que hace a Bond como agente inglés. El Z3 hizo un par de correrias deslucidas en el filme, y el único que brillaba era el clásico Aston Martin DB5, que al menos se daba el lujo de batirse a duelo con una Ferrari F355.
El Mañana Nunca Muere (1997) – BMW 750iL
El insulto para los británicos continuó con la siguiente aventura de Brosnan, Tomorrow Never Dies, que volvió a poner un BMW en la palestra. El BMW serie 7 era un sedán muy popular que se fabricó desde 1994 hasta 2001, y se hicieron mas de 340.000 unidades. No contentos con eso, la BMW colocó su moto R1200C en la película, en una electrizante secuencia en donde Brosnan y Michelle Yeoh escapan por un pelo de la despiadada cacería de una helicóptero propiedad de los villanos.
La serie 7 era una saga innovadora para BMW. Fueron de los primeros vehículos en incorporar GPS, airbags laterales y hasta televisión a bordo. En el filme aparece plagado de gadgets – desde la posibilidad de manejarlo a control remoto, hasta misiles y lanzadores de abrojos metálicos para destrozar los neumáticos de los coches que lo perseguían -.
El Mundo no Basta (1999) – BMW Z8
El BMW Z8 sería el insulto final para los fanáticos ingleses. Ojo, todos los BMW de la era Brosnan eran excelentes autos, pero tenían el defecto de no ser británicos. Otro coche pleno de gadgets que lamentablemente termina siendo rebanado al medio por una sierra gigante, al menos el Z8 tenía un hermoso styling que homenajeaba al clásico BMW 507 de 1956, un coche formidable que resultó ser demasiado caro de producir y casi funde la marca. Se fabricó como una edición limitada entre el 2000 y el 2003, y apenas se hicieron 5.703 unidades. Motor de 4.9 litros V8, carrocería integramente hecha de aluminio, daba 290 km/h y iba de 0 a 100 en 4.2 segundos, sobrepasando al Ferrari Modena.
Otro Dia Para Morir (2002) – Aston Martin Vanquish
Al menos el clamor de los fans fue oído – iban a cumplir los 40 años de la saga cinematográfica – y, en la aventura final de Brosnan como el superagente, se da el lujo de manejar un Aston Martin. El Vanquish se produjo entre el 2001 y el 2007, aunque la serie sería revivida (y aggiornada) a partir del 2012.
Un supercar con todas las letras, el motor 5.9 litros V12 le daba 322 km/h de velocidad máxima 8 y fue el Aston Martin mas rápido jamás producido hasta la introducción del Aston Martin One-77 en el 2008. Carrocería de aluminio y fibra de carbono, era un prodigio de tecnología. En el filme estaba plagado de gadgets ridículos, que incluían un escudo de invisibilidad… algo que ya es demasiado increíble incluso para el mismo James Bond.