Volver al Indice – Historia de Autos de Culto
Por Alejandro Franco – contáctenos
Su cara tenía un rictus cruel; sus ojos, fríos como el hielo, daban a entender que se trataba de un hombre despiadado si la ocasión lo ameritaba. Su eficiencia en el servicio secreto le había dado prestigio suficiente para acceder a la sección Doble Cero – la de agentes dotados de licencia para matar -, un cuerpo de élite al cual muy pocos podían acceder.
Su nombre es James Bond, y su código clave, agente 007.
Habiendo comenzado como una serie de novelas baratas en los años 50, la serie de aventuras sobre el agente secreto británico James Bond comenzó a crecer con el paso de los años, especialmente por la sofisticación que ponía en la narrativa su autor Ian Fleming – el cual él mismo había sido agente del servicio secreto durante la Segunda Guerra Mundial -. Hombre de mundo, playboy, bon vivant y mujeriego, no había mucho que diferenciara a Bond de su padre intelectual, y su refinado gusto se plasmó en las elecciones efectuadas por el agente, ya fueran de vinos selectos, champagnes, platos de alta cocina… y coches, su pasión predilecta.
Obviamente no todos los gustos específicos de Fleming pasaron al celuloide cuando el personaje fue licenciado a los productores Albert Broccoli y Harry Saltzman; había, como mínimo, una década de diferencia entre las novelas y las películas, pero al menos uno de sus coches – dotado de gadgets ultrasecretos y letales – sobreviviría el traspaso, convirtiéndose en el que muchos consideran que es el auto mas famoso de la historia del cine: el impresionante Aston Martin DB5 que Bond usó en Goldfinger (1964), su tercera aventura cinematográfica, cuyo éxito monumental convirtió a la saga en el fenómeno comercial y popular que prospera hasta nuestros días.
(si desean saber mas sobre James Bond, los invitamos a visitar nuestro sitio El Servicio Secreto de Su Majestad http://www.portalarlequin.com.ar en donde revisamos todos los filmes de 007 así como sus antecedentes literarios e imitadores de la época)
Dr. No (1962) – Sunbeam Alpine
Los primeros filmes de la saga tenían presupuestos modestos, tramas mas realistas y los gadgets brillaban por su ausencia. Es por eso que el primer coche oficial de la serie es un Sunbeam Alpine Serie II de 1962. Basado en el modesto Hillman Minx Serie III, tenía un motor de 1.6 litros y era el típico roadster que tanto gustaba a los ingleses. Daba unos respetables 160 km/h. El Alpine resultó ser un coche popular en el mundo cinematográfico de la época, apareciendo en filmes como Gambit, Bunny Lake is Missing, The Dunwich Horror (por mencionar algunos ejemplos), y en las series Hong Kong… y El SuperAgente F-86 – una popular parodia televisiva de 007 – en donde era el coche de elección del torpe agente secreto Maxwell Smart.
Goldfinger (1964) (y seis filmes mas) – Aston Martin DB5
Si bien Desde Rusia con Amor (1963) fue un modesto éxito, sería con Goldfinger (1964) en donde la serie alcanzaría el estrellato y se volvería un fenómeno mundial. Y en Goldfinger aparecería el mas famoso de los coches Bond, el Aston Martin DB5. El dato mas curioso es que la novela original databa de 1959 y presentaba a un Aston Martin DB Mark III como el auto de elección de 007, el cual estéticamente es similar aunque el diseño es mas redondeado y, por cierto, es el modelo anterior al DB5. El DB Mark III de la novela apenas tenía un puñado de dispositivos (matriculas intercambiables, dispositivos de rastreo, la opción de cambiar los faros traseros para confundir a alguien en caso de una persecución nocturna, paragolpes reforzados, etc) que fueron expandidos hasta el zenith en el DB5 de la versión fílmica con ametralladoras, lanzadores traseros de aceite y humo, arietes en las ruedas para destrozar autos contiguos y el famoso asiento eyectable con que 007 se deshace de un esbirro de Goldfinger al ser capturado husmeando en su fábrica. El Aston Martin DB5 resultó ser un coche selecto producido en pequeñas cantidades (apenas 1.059 unidades). Con un motor de 4 litros daba 230 km/h.
La popularidad monumental de Goldfinger asoció automáticamente a Aston Martin con James Bond, convirtiéndose en el vehículo favorito del espía. El DB5 aparecería en Operación Trueno (1965) y, aunque Bond usaría modelos mas modernos de Aston Martin en sus siguientes aventuras, sería revivido como su vehículo personal en Goldeneye (1995), El Mañana Nunca Muere (1997), Casino Royale (2006), Skyfall (2012, y en donde reaparecería dotado de todos los gadgets usados en Goldfinger) y Spectre (2015).
Si bien todos los intérpretes de Bond a lo largo del tiempo usaron Aston Martins (el DB5 o sus versiones mas modernas), el único que nunca manejó un modelo de la marca fue Roger Moore. Al menos, no oficialmente. Moore tendría su chance de pilotear un DB5 en la comedia Los Locos del Cannonball en 1981, en donde hacía de un millonario obsesionado por parecerse a James Bond y vivir como él. El detalle mas curioso es que terminó manejando el DB5 prototipo que fue usado originalmente en Goldfinger… y que él mismo utilizara 20 años antes en un episodio aislado de El Santo, aunque en esa ocasión estaba pintado de rojo.
Sólo se Vive Dos Veces (1967) – Toyota 2000GT
En la aventura de James Bond en Japón Sólo se Vive Dos Veces (1967), 007 no tendría coche propio pero sería transportado por el servicio secreto japonés utilizando un Toyota 2000GT. A finales de los 60 Toyota se había convertido en una de las mayores industrias automotrices del mundo y deseaban borrar el preconcepto que tenía la gente sobre los autos nipones – de que eran pequeños, austeros, económicos y aburridos -. Decididos a mostrar el poderío de su ingeniería diseñó el primer supercar nipón – el 2000GT -, el que se fabricaría en magras cantidades (apenas 351 unidades producidas entre 1967 y 1970), y asombraría a todos. Al fin los japoneses estaban en condiciones de producir un deportivo con calidad y prestaciones tan excelsas como las de sus pares europeos. Como objeto de promoción, el 2000GT fue incluido en la aventura de James Bond de 1967, pero se toparon con el problema de cómo calzar el metro 89 centímetros de la figura de Connery en el interior del auto. Sin amilanarse la gente de Toyota armó en dos semanas una versión especial descapotable en donde el fornido escocés entró con lo justo y se aseguró la aparición en el filme. El modelo convertible nunca llegó a fabricarse en serie y solo 2 prototipos se hicieron específicamente para la película.
Al Servicio Secreto de Su Majestad (1969) – Aston Martin DBS
En 1967 Sean Connery dió el portazo y se fue de la serie, aludiendo que estaba harto del acoso periodístico (era la super estrella del momento) y de que quería probarse como actor de carácter. Los productores de la saga, desesperados, realizaron un intensivo y extenso proceso de casting, terminando por elegir a un ignoto modelo australiano que peleaba muy bien pero era incapaz de actuar. George Lazenby debuta en el filme mas trágico de la serie – Al Servicio Secreto de Su Majestad (1969) – y, para reforzar su asociación con la herencia Bond, le asignan un Aston Martin DBS, siendo la primera vez en la saga en que 007 repite marca (a excepción del cameo del DB5 en Operación Trueno). Entre la ausencia de Connery (devenido en leyenda en los años 60) y la dura performance de Lazenby sumado al tono dramático del filme, Al Servicio Secreto de Su Majestad recaudó poco y significó el debut y despedida de Lazenby del papel.
El Aston Martin DBS es uno de los modelos mas bonitos de la casa inglesa; heredaba el motor 4 litros del DB5 y DB6, pero llegó a fabricarse una versión V8 de 5.3 litros y daba cerca de 250 km/h de velocidad máxima. Sólo 787 se produjeron entre 1967 y 1972.
Nuevamente el camino de Roger Moore, Aston Martin y la franquicia de 007 se entrecruzarían en los 70, cuando el inglés protagonizara Dos Tipos Audaces (1971 – 1972) y su personaje, Lord Brett Sinclair, utilizara un Aston Martin DBS Amarillo Banana para sus correrías en Europa en compañía de Danny Wilde (Tony Curtis).