Volver al Indice – Historia de Autos Clásicos
Por Alejandro Franco – contáctenos
El canto del cisne. Así se podría definir al 24, el último modelo que Panhard produjera entre 1964 y 1967. Después de eso cesaría su producción civil – terminando por ser absorbida por su rival Citroen – y quedaría una pequeña división independiente, la que continúa hasta el día de hoy fabricando vehiculos militares. Pero el 24 era el plato volador de Panhard; el auto de corte futurista que inspiraba – al menos en lo estético – la imaginación de más de uno. Lástima que la mecánica no estuviera acorde al diseño, y que la comercialización del producto distara de ser brillante. Pero, aún con todo ello, no deja de ser un vehículo bonito, moderno y admirable.
Ciertamente Panhard venía con problemas económicos desde los años 50, y carecía de capital como para reinvertir en ingeniería. Hasta 1954 había producido su caballito de batalla, el Dyna X, y después se metió en una serie de cambios que no fueron acompañados por el volumen de ventas. Al Dyna X le siguió el Dyna Z (1953 – 1959), el cual tenía motor pequeño, diseño aerodinámico y gran comodidad. Aún cuando tenía 6 asientos y un consumo muy económico, no terminó por seducir a la gente debido a su escasa velocidad y sus continuos problemas de mecánica. Es en ese entonces cuando entra a jugar Citroen, quienes adquieren el 25% de la compañía en 1955. La Citroen aprovecha las instalaciones de Panhard para producir parte de su linea de camionetas 2CV y, de paso, comienza a integrar a Panhard dentro de su cadena de comercialización.
Pero en una época en donde el combustible era barato, el Panhard terminaba por verse como un coche subpotenciado. Con ventas flojas, la Panhard lanza el PL 17 – una versión estilizada del Dyna Z – que, aunque más cómodo, seguía manejando la vieja mecánica de la línea Dyna. Los clientes lo notan, prefiriendo por el mismo precio otros autos más potentes como el Simca Aronde, que tenía un motor de 1.300 cc en comparación con los 850 del Panhard.
Las cosas se complicaron cuando Citroen dejó de ver a Panhard como un complemento y más como un posible competidor. Esto ocurrió cuando la Citroen comenzó a ocupar todos los nichos de mercado que le faltaban: furgonetas 2CV para reparto, coches para la clase media como el DS y el económico ID, y hasta la Ami 8, que vinieron a ocupar los espacios de “coche económico para todo y para todos” que venía desarrollando Panhard. Para peor, la Citroen le dió la orden a la gente de Panhard de no innovar: no podía desarrollar nada que pudiera opacar algún producto Citroen. Así fue como la firma francesa quedó encasillada a renovar lo único que le dejaban construir, y nació el Panhard 24.
La carrocería monocasco del Panhard 24 era de perfil bajo, lo cual daba lugar a una amplia superficie vidriada que le daba al coche una visibilidad perfecta. Como carecía de radiador, el capó del Panhard era bajo y le daba al coche un aspecto extremadamente aerodinámico. De hecho varias ideas del Dyna Z, el PL17 y el 24 terminarían siendo asimiladas por Citroen e incorporadas en el DS, el ID y el posterior modelo GS. Por ejemplo, los faros dobles y estilizados, cubiertos con un único vidrio, curiosidad de diseño que pasaría a formar parte del aggionarmiento que el DS sufriría en 1967.
Se ofrecía con cinturones de seguridad, y los asientos eran regulables tanto en posición como en altura – cosas inusuales para su época -. Su mecánica era antigua y, aunque llegaba a 160 km/h, su performance no acompañaba el perfil deportivo del auto; más considerando que era un dos cilindros refrigerado por aire y que el diseño original databa de finales de los años 40.
Lamentablemente el diseño original era de dos puertas; y aunque el auto era económico, cómodo y confiable, no lograba seducir a aquellos que preferían sedanes familiares. En los planes de la empresa estaba el diseño de un cuatro puertas… el cual dependía del volumen de ventas del modelo, lo cual no ocurrió nunca ya que la Citroen tomó el control total de la empresa en 1965, y comenzó a reducir la producción de los Panhard – que apenas vendían 10.000 unidades al año -. En el dilema entre perpetuar a Panhard y reciclar la fábrica para producir sus exitosísimas camionetas 2CV, triunfaron las camionetas por encima de los coches. En 1967 la Panhard cerró y la Citroen se abocó a desarrollar el GS… con motor enfriado por aire y un diseño altamente aerodinámico que seguía al pie de la letra las influencias estilísticas que había dejado de herencia el Panhard 24.