Volver al Indice – Historia de Autos Argentinos
Por Alejandro Franco – contáctenos
Si hay década crucial para la Argentina, es la de los años 50. A pesar del caos político, de las marchas y contramarchas, de los golpes de estado y de los choques sociales de todo tipo, el pais parecía estar encaminado a transformarse en la gran potencia del sur. Perón fue el primero que estimuló la industria nacional y, tiempo después, lo hizo Frondizi. Precisamente con su Régimen de Promoción de la Industria Automotriz todo pareció indicar que la fabricación de autos iba a tener su gran despegue. Ya no se pensaba en importar o en ensamblar; era construir y, en lo posible, desarrollar autos íntegramente en el país. El entusiasmo generó un boom de entusiastas emprendedores e imaginativos ingenieros… quienes terminaron siendo arrollados por la historia. Fueran unos atrevidos improvisados o unos técnicos de alta escuela, lo cierto es que todos ellos se centraron en la mecánica y descuidaron el desarrollo del modelo de negocios. Como flores de una noche de verano, decenas de empresas se extinguieron antes de la mitad de la década del 60, y sus sueños se evaporaron ante la desidia de los gobiernos que les quitaron todo el apoyo inicialmente prometido.
Entre esas empresas figuraba Dinámica Industrial Argentina, creada por los ingenieros José Fuad Elaskar, Meliton González del Solar, Gilberto Anastasio Lamarque, Enrique Rodríguez Pardiña, Walter Ricardo Santa Cruz y Roberto Antonio Suárez. Ellos decidieron seguir el modelo europeo de la post guerra, en donde los micro autos (como el Isetta o el Messerschmitt KR175) habían demostrado tener su aceptación y eran fáciles de construir.
Así nació el Dinarg D-200, un diminuto coche para dos personas hecho de fibra de vidrio e impulsado por un motor alemán Sachs de 191 cm3. Era un auto de modestas prestaciones, con una velocidad máxima de 75 km por hora y una performance de 18 km por litro. Su manejo era ágil y divertido, pero carecía de maniobrabilidad en operaciones que requerían precisión (como el estacionamiento), debido a que la cabina había ganado espacio para los pasajeros a costa de sacrificar espacio para las ruedas (y para el giro de éstas).
El Dinarg D-200 nació con grandes aspiraciones… que terminaron por desplomarse en un puñado de años. Se proyectó una producción de 3.000 unidades anuales pero apenas se construyeron 300, la última de las cuales salió de la fábrica en 1961. Un final triste y demasiado habitual en la historia de la industria argentina del automotor.
Características técnicas del Dinarg D-200 :
- Sedan, 2 puertas
- Carrocería monocasco, construida en plástico reforzado por caños y planchuelas en los puntos en que se anclaban las suspensiones y el motor.
- Distancia entre ejes: 1.500 mm
- Distancia entre trochas: 1.060 mm
- Largo total: 2.385 mm
- Ancho: 1.240 mm
- Altura máxima: 1.300 mm
- Motor Sachs versión LDR-200, monocilíndrico y de 2 tiempos y 10,7 HP
- La marcha atrás se logra invirtiendo la rotación del motor.
300 unidades producidas