Autos Argentinos: Historia del Fuldamobil Bambi

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Autos Argentinos: Historia del Fuldamobil Bambi

Por Alejandro Franco – contáctenos

A principios de los años 60 la Argentina era un paraíso de soñadores, emprendedores idealistas que imaginaban vivir en un país próximo a convertirse en potencia, y en donde no habían límites para la creatividad. Fue una época en donde florecieron centenares de osados hombres de negocios, quienes jugaron su capital en una serie de emprendimientos que la historia, el gobierno de turno y el mercado terminaron por hundir, sumiéndolos en la mayor de las amarguras.

Es difícil saber qué hubiera pasado si hubieran prosperado dichos emprendimientos. ¿Eran movidas destinadas a florecer no más de un par de veranos, o acaso eran proyectos nacidos de un entusiasmo inconsciente que no medía consecuencias?. Lo cierto es que el grueso de dichos emprendimientos consistía en el ensamblado de componentes extranjeros, y solo un mínimo de proyectos se basaban realmente en ingeniería criolla totalmente original. Como sea, los 60 marcaron el surgimiento masivo de industrias de rápida caducidad, la mayoría de las cuales terminaron dejando un puñado de vehículos extraños y altamente cotizados por los coleccionistas hoy en día.

El tema de hoy es el Bambi, construído por la Fábrica de Automotores Utilitarios entre 1960 y 1962, y basado en el Fuldamobil alemán.

Europa de la postguerra: el paraíso de los microcars

A finales de los años 40, la recuperación económica de Europa era lenta y desesperante. Eran tiempos marcados por la carestía y, con un continente entero sepultado bajo los escombros, resultaba difícil reestablecer las comodidades de la vida moderna cuando faltaba de todo.

En ese escenario comenzaron a surgir los microcars, los cuales no dejaban de ser motos carrozadas con el chasis de un auto extremadamente pequeño. Difícilmente un microcar tuviera una cilindrada mayor a 800 cm3 y una capacidad de más de dos personas. Era la era del Messerschmitt KR 200, el Isetta y el Goggomobil.

En 1950 Norbert Stevenson – un periodista cuyos conocimientos técnicos no pasaban de poseer una pasantía en ingeniería – terminó por diseñar, en compañía de unos amigos, un coche extremadamente simple, dotado de tres ruedas y motor de motocicleta. El pequeño vehículo tenía dos características únicas: una carrocería con forma de burbuja alargada, y un declive en el chasis, en donde las ruedas delanteras eran mas altas que las traseras.

Stevenson llevó su proyecto a varias empresas alemanas, pero sólo obtuvo respuesta de Karl Schmitt, un modesto fabricante de generadores de electricidad. Ya que el coche era barato y fácil de fabricar, Schmitt rediseñó su planta – llamada Elektromaschinenbau Fulda GmbH – para montar una línea de producción apta para ensamblar el microcar.

De alguna manera el Fuldamobilcomo se lo conocía – terminó por acaparar la atención del público. Sus ventas eran modestas pero constantes, y siempre aparecían notas sobre el cochecito en la prensa especializada, con lo cual se sumaban adeptos día a día. Lo cierto es que el Fuldamobil llegó a fabricarse hasta 1969 – amén de ser licenciado a numerosos países, como India, Chile, Grecia, Suecia y Argentina -, una marca excepcional considerando la modestia de sus orígenes.

Fuldamobil en Argentina

Aquí el Fuldamobil desembarcó en 1960 a través de la Fábrica de Automotores Utilitarios S.A.I.C.Y.F., quienes levantaron una planta industrial en la localidad de Ciudadela. La versión local poseía un motor Sachs de 192 cm3 y 10 caballos de fuerza, lo que le daba una performance máxima de 80 km/h.

El Bambicomo se le denominó en Argentina – venía en dos versiones: el cupe de dos plazas y una micro pickup, pensada para pequeños repartos. Como sea, lo cierto es que el coche no obtuvo una repercusión masiva y sólo 450 unidades fueron construidas entre 1960 y 1962. Se estima que la Fábrica de Automotores Utilitarios S.A.I.C.Y.F. siguió en funcionamiento hasta 1966, fabricando Bambis sólo a pedido, aunque en cifras que nunca fueron conocidas.

Conclusión

Es posible que el Bambi haya llegado demasiado tarde a la Argentina, a un escenario en donde el combustible no escaseaba ni era costoso y que, por lo tanto, se privilegiaba el confort y la perfomance sobre la economía del vehículo. Pero también es cierto que las circunstancias históricas conspiraron contra cientos de emprendedores de aquel entonces, ya sea por la caída de los regímenes de estímulo a la industria y por la flagrante violación a las condiciones impuestas por dichos regímenes, que pretendían una industria nacional y no una ensambladora de autopartes extranjeras. Como sea, lo cierto es que el Bambi fue otra baja que suma a tantas otras ocurridas durante los años de aquel proceso, uno que terminó por sepultar los sueños de Argentina como potencia industrial de América del Sur.

Fuldamobil Bambi - vista trasera

MICROCOCHES

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