{"id":5646,"date":"2017-08-22T01:25:06","date_gmt":"2017-08-22T01:25:06","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/historia-saturn\/"},"modified":"2023-04-25T00:31:57","modified_gmt":"2023-04-25T03:31:57","slug":"historia-saturn","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/historia-saturn\/","title":{"rendered":"Historia de las Marcas: la historia (y fracaso) de Saturn"},"content":{"rendered":"

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Volver al Indice – Historia de\u00a0las Marcas<\/a><\/h2>\n

\"el<\/p>\n

Por Alejandro Franco –<\/strong> cont\u00e1ctenos<\/a><\/h2>\n

A veces las buenas ideas las matan las pol\u00edticas corporativas, y \u00e9se fue el caso de Saturn<\/strong> – una marca que la General Motors<\/strong> cre\u00f3 en 1985, plagada de ambiciosas intenciones que terminaron por sepultarse 25 a\u00f1os despu\u00e9s de su fundaci\u00f3n<\/em> -. Quiz\u00e1s las causas de su cierre no se deban tanto a un desmanejo de la GM<\/strong>, sino a la existencia de una mentalidad extremadamente conservadora que se encuentra fuertemente enquistada en los altos mandos de los gigantes norteamericanos de la industria automotriz, un modelo de pensamiento que impide ver las cosas desde otra \u00f3ptica que no sea la suya. A final de cuentas los Estados Unidos siempre se han manejado como una isla, utilizando criterios propios y apasion\u00e1ndose por una clase de autos que han resultado imposibles de vender en el resto del mundo. Cuando los americanos han salido a conquistar mercados extranjeros, han debido hacerlo a trav\u00e9s de los modelos dise\u00f1ados y provistos por sus subsidiarias internacionales (generalmente europeas), ya que resulta imposible vender un auto norteamericano fuera de los Estados Unidos – Cadillac<\/em><\/strong> y Chrysler<\/strong> han tenido amargas experiencias al intentar colocar sus enormes veh\u00edculos en suelo europeo durante la d\u00e9cada del 60<\/em> -. Y a\u00fan hoy, con el precio del petr\u00f3leo en alza, resulta imposible que el estadounidense pueda desprenderse de su concepto tradicional de autom\u00f3vil como veh\u00edculo gigante, ostentoso y devorador de combustible.<\/p>\n

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Ciertamente los japoneses lograron hacer pie en suelo norteamericano a principios de los a\u00f1os 70, cuando la crisis del petr\u00f3leo dispar\u00f3 el precio de los combustibles y los compactos nipones se volvieron un furor en el mercado yanqui. Despu\u00e9s los japoneses comenzaron a especializarse – hicieron coches de lujo respetables como el Lexus<\/a>, y comenzaron a manufacturar envidiables autos deportivos<\/em> -, con lo cual se transformaron en una amenaza m\u00e1s que inminente para los conservadores fabricantes estadounidenses. De a poco comenzaron a ver c\u00f3mo sus ventas bajaban y, lo que era peor, c\u00f3mo los gustos de la gente cambiaban. Pero lo que m\u00e1s le asustaba a los tres gigantes de Detroit era ver c\u00f3mo ellos – los mayores fabricantes de autos del mundo<\/em> – comenzaban a quedar relegados en cuanto a calidad e innovaci\u00f3n, dejando la iniciativa en manos de los japoneses.<\/p>\n

En respuesta a ello es que surgi\u00f3 Saturn<\/strong> en 1985; y aunque su comienzo fue prometedor, los vicios corporativos terminaron por sabotear lo que hab\u00eda comenzado como una buena idea.<\/p>\n

Un norteamericano con mentalidad japonesa<\/h2>\n

En vista del avance de los autos japoneses en el mercado norteamericano a principios de los 80, el secretario general de la General Motors<\/strong> Roger B. Smith decidi\u00f3 que era hora de hacer algo diferente. Es por ello que logr\u00f3 convencer a la junta directiva de la GM<\/strong> de que apoyaran un proyecto conocido como iniciativa Saturn<\/strong> <\/em>– cuyo prop\u00f3sito era fabricar un sed\u00e1n compacto con motor de menos de 2 litros, capaz de competir con los sedanes japoneses que estaban causando estragos de ventas en el mercado norteamericano<\/em> -. Mientras que al principio todo parec\u00eda indicar que se trataba de un coche m\u00e1s de la GM<\/strong> – posiblemente la adaptaci\u00f3n de alg\u00fan modelo de sus subsidiarias europeas, pero chapeado con una marca nueva<\/em> -, despu\u00e9s el proyecto comenz\u00f3 a tomar otro cariz. Por ejemplo, el motor deb\u00eda ser totalmente original y no deb\u00eda basarse en ning\u00fan otro modelo montado por la GM<\/strong>; el dise\u00f1o utilizar\u00eda las m\u00e1s modernas t\u00e9cnicas de fabricaci\u00f3n – inyecci\u00f3n con pol\u00edmeros en partes esenciales de la carrocer\u00eda para reducir peso, costo y aumentar la rigidez estructural del auto; ensamblaje con rob\u00f3tica de \u00faltima generaci\u00f3n, etc<\/em> -; deb\u00eda ofrecerse a trav\u00e9s de una cadena propia de concesionarios; y deb\u00eda manejarse con unos standards de calidad tan altos que fuera competitivo frente al mejor de los sedanes japoneses del mercado.<\/p>\n

Pero lo que intentaba hacer la General Motors<\/strong> no era, ni m\u00e1s ni menos, que aplicar la misma f\u00f3rmula que a\u00f1os antes habia utilizado Toyota<\/strong> para crear al Lexus<\/a>. Esto es, crear una marca nueva (absolutamente disociada de la imagen de su creador) y con suficiente personalidad propia como para que se pudiera infiltrar en el mercado norteamericano – en este caso, haci\u00e9ndose pasar como un coche japon\u00e9s<\/em> – y lograra captar un p\u00fablico nuevo (o, al menos, atrajera a las filas de la GM<\/strong> al consumidor habitual de sedanes japoneses). Ciertamente el concepto de Saturn<\/strong> era mucho m\u00e1s modesto que el de Lexus<\/strong> – la GM<\/strong> quer\u00eda un coche de clase media que se vendiera bien, no un coche de lujo que fuera arrebatarle ventas a la Mercedes Benz<\/strong> o a la BMW<\/a> <\/em>-, y la implementaci\u00f3n inicial termin\u00f3 resultando exitosa. En 1990 debut\u00f3 el Saturn SL<\/strong>, y los n\u00fameros de ventas fueron muy buenos, aunque no tanto como los directivos de la GM <\/strong>hab\u00edan previsto.<\/p>\n

Ciertamente el Saturn<\/strong> era m\u00e1s barato que los Honda Civic<\/strong> o Toyota Corolla<\/strong> de aquel momento, por un margen de entre 1.000 a 1.500 d\u00f3lares. Ten\u00eda comodidades similares y un buen nivel de terminaci\u00f3n pero, por otra parte, el motor era algo ruidoso y no era tan eficiente en el consumo de combustible. No era un coche superior a la media japonesa, sino un equivalente de precio algo m\u00e1s econ\u00f3mico.<\/p>\n

En donde radicaba la mayor diferencia de Saturn<\/strong> era en la red de concesionarios. La General Motors<\/strong> los seleccionaba meticulosamente y les hab\u00eda exigido un alto nivel de compromiso con el p\u00fablico. Armaron lujosos salones de venta; tomaron y re-adiestraron vendedores; y todo el modelo parec\u00eda seguir el mismo patr\u00f3n que Toyota<\/strong> hab\u00eda implementado con la Lexus<\/strong>, pero orientado a la clase media. Los agentes no eran vendedores sino “asesores de ventas”, y dispon\u00edan de una amplia cartera de beneficios adicionales que pod\u00edan poner sobre la mesa (bonificaciones sobre equipamiento adicional, garantia extendida, bonos de descuento para renovaci\u00f3n del auto al a\u00f1o siguiente, etc) a la hora de acelerar el cierre de negociaciones con el cliente; dispon\u00edan de poder para manipular el precio del auto como quisieran – dentro de ciertos par\u00e1metros<\/em> -, as\u00ed como pod\u00edan organizar fiestas recreativas, reuniones de fans o almuerzos de trabajo con los clientes; e incluso manejaba un aceitado servicio post venta, el cual incluia visitas periodicas de mec\u00e1nicos dispuestos a afinar, corregir o mejorar detalles del auto, de acuerdo a la pol\u00edtica que implementara Saturn<\/strong> en ese momento. Todo ello redundaba en una pol\u00edtica de calidad y servicio con may\u00fasculas, como hac\u00eda d\u00e9cadas no se ve\u00eda en los Estados Unidos y en un coche de procedencia norteamericana.<\/p>\n

Todo parec\u00eda prometedor… hasta que la econom\u00eda norteamericana se complic\u00f3 y comenzaron los problemas financieros de la GM<\/strong>. En 1991 la General Motors<\/strong> present\u00f3 su primero rojo en varios a\u00f1os y, a pesar que Saturn<\/strong> era una de las pocas marcas que daban balance positivo, no dejaba de ser un fabricante de coches modestos y econ\u00f3micos que dejaba poca ganancia por unidad. Los a\u00f1os de balances rojos siguieron, y la General Motors<\/strong> decidi\u00f3 redistribuir sus prioridades, optando por congelar los proyectos de renovaci\u00f3n de los modelos de Saturn<\/strong> en beneficio del resto de sus marcas.<\/p>\n

Pero hab\u00eda otra realidad escondida, y era que exist\u00eda una guerra subterr\u00e1nea en las oficinas de la General Motors<\/strong>, en donde el resto de las subsidiarias reclamaban amargamente a la gerencia principal por los 5 billones de d\u00f3lares invertidos en el proyecto Saturn<\/strong> – los cuales no hab\u00eda generado a\u00fan el retorno correspondiente<\/em> -, y que eran protestados como fondos propios desviados para una aventura comercial de dudosa definici\u00f3n. Como Saturn<\/strong> a\u00fan generaba ganancias, la GM<\/strong> decidi\u00f3 hacer lugar a las quejas y financi\u00f3 el desarrollo de nuevos proyectos de las restantes marcas. Por otra parte – ya que los recursos eran limitados<\/em> – decidi\u00f3 que los Saturn<\/strong> deber\u00edan tener un grado de integraci\u00f3n siquiera m\u00ednima con el resto de las l\u00edneas de la General Motors<\/strong>, de manera de introducir cambios y recortar costos.<\/p>\n

\"Saturn<\/p>\n

Saturn Vue, la SUV que le di\u00f3 un nuevo (y moment\u00e1neo) impulso a la alica\u00edda marca<\/strong><\/h3>\n

Ese fue el momento en que Saturn<\/strong> inici\u00f3 su giro hacia la decadencia. En 1996 las ventas bajaron apenas un 2.5%, pero era una se\u00f1al que los cambios introducidos ya no resultaban del agrado de los consumidores de la marca. Por otra parte la GM <\/strong>decidi\u00f3 meterse en negocios de dudoso futuro y gran coste, como cuando comenz\u00f3 a ofrecer el auto el\u00e9ctrico EV1<\/strong> – proyecto que cost\u00f3 350 millones de d\u00f3lares, apenas gener\u00f3 un pu\u00f1ado de unidades producidas, y las cuales terminaron siendo tan caras que s\u00f3lo se pudieron ofrecer en leasing… el cual termin\u00f3 siendo anulado, y todos los vehiculos fueron reabsorbidos \/ desguasados en instalaciones de la General Motors<\/strong> a lo largo de todo el pa\u00eds <\/em>-. Mas all\u00e1 de las causas del bochornoso fracaso del EV1<\/strong> (o del auto sabotaje cometido por la GM<\/strong> para cortar en seco las p\u00e9rdidas producidas por la fabricaci\u00f3n del coche), lo cierto es que a finales de los 90 las finanzas de la General Motors<\/strong> sangraban de manera abundante y parec\u00eda que no hab\u00eda manera de detener el chorro. Tampoco ayudaban algunas delirantes aventuras comerciales como result\u00f3 la intentona de vender Saturns<\/strong> en el mismo Jap\u00f3n. El problema pasaba por una cuesti\u00f3n de antecedentes y marketing; para los japoneses, los autos norteamericanos son indiscutiblemente mediocres y, a\u00fan con los kilates que dec\u00eda ofrecer el Saturn<\/strong>, carec\u00eda de una imagen comercial instalada en la mente de los consumidores japoneses. Despu\u00e9s de un a\u00f1o de oferta – y unas m\u00edseras 4.300 unidades vendidas en el gigantesco mercado nip\u00f3n<\/em> – la aventura japonesa de Saturn<\/strong> termin\u00f3 siendo sepultada en el m\u00e1s ominoso de los silencios.<\/p>\n

En 1998 las ventas de Saturn <\/strong>sufrieron una ca\u00edda enorme – de 314.000 unidades de 1997 pasaron a 219.000 <\/em>-. Los coches estaban perdiendo competitividad frente a un mercado que se renovaba constantemente, y en 1999 la GM<\/strong> aprob\u00f3 otra inyecci\u00f3n de capital – 1.2 billones<\/strong> – para financiar la renovaci\u00f3n de modelos de la marca.<\/p>\n

Pero los nuevos Saturn<\/strong> eran demasiado similares a los Opel Vectra<\/strong> – compart\u00edan 130 componentes mec\u00e1nicos y de est\u00e9tica<\/em> -, una noticia que no era bien vista entre los consumidores, am\u00e9n de que el dise\u00f1o no hab\u00eda variado significativamente en 10 a\u00f1os de existencia. La nueva generaci\u00f3n de Saturn <\/strong>tambi\u00e9n arranc\u00f3 con problemas de calidad en la producci\u00f3n, los que llevaron a retrasos en las entregas y revisiones en f\u00e1brica.<\/p>\n

Por otra parte la GM <\/strong>quer\u00eda expandir la l\u00ednea, y comenz\u00f3 a generar nuevos modelos – adem\u00e1s del sed\u00e1n y el cup\u00e9, apareci\u00f3 una SUV en el 2001<\/em> -. El problema era que las ventas de Saturn<\/strong> bajaban, con lo cual los consumidores fieles de la marca estaban desertando y regresando a adquirir coches japoneses. La SUV Vue<\/strong> devolvi\u00f3 un poco de optimismo a las estad\u00edsticas… aunque la marca estaba perdiendo un par de miles de d\u00f3lares en cada coche vendido. El problema pasaba por los costos de produccion – los materiales se habian encarecido y la moderna planta de Saturn <\/strong>en Spring Hill ten\u00eda enormes costos fijos, fruto de su capacidad ociosa debido a la baja en las ventas<\/em> -, am\u00e9n de que la econom\u00eda norteamericana se estaba clavando en una recesi\u00f3n profunda. Por otra parte la General Motors<\/strong> – para que la SUV tuviera una perfomance competitiva<\/em> – se vio obligada a adquirir motores Honda<\/strong> de 3.5 litros para potenciarlas, algo que redujo sensiblemente el margen de ganancia y gener\u00f3 costos adicionales de mantenimiento.<\/p>\n

Con ventas en decremento y n\u00fameros rojos que iban y ven\u00edan, Saturn<\/strong> comenz\u00f3 a perder independencia. Cambiaron su CEO, y comenzaron a manejarse como una divisi\u00f3n m\u00e1s de la General Motors<\/strong>. Pronto sus modelos comenzaron a ser Opel \/ Vauxall <\/strong>rechapeados, pero el trabajo de adaptaci\u00f3n a los gustos norteamericanos era m\u00ednimo debido a la escasez de recursos de la empresa. La GM<\/strong> ten\u00eda problemas graves – comenz\u00f3 a vender la participaci\u00f3n que ten\u00eda en la Isuzu<\/strong>; intent\u00f3 inyectar fondos provenientes de una compra \/ venta mutua de acciones con la FIAT<\/strong> para capitalizarse; negoci\u00f3 con los fondos de pensi\u00f3n; disolvi\u00f3 la planta de Saturn<\/strong> en Spring Hill y deriv\u00f3 la producci\u00f3n de la marca hacia otras plantas pre-establecidas; y, por \u00faltimo, estableci\u00f3 una agenda de marcas y subsidiarias a cerrar, tal como Oldsmobile <\/strong>y Saab<\/strong><\/em> -, y estaba visto que entre los proyectos a cancelar se encontraba Saturn<\/strong>. A\u00fan cuando el final estaba cantado, Saturn<\/strong> se di\u00f3 el lujo de despacharse con un roadster<\/em> de formidable aspecto – el Sky<\/strong> <\/em>-, el cual apareci\u00f3 en el 2007. No dejaba de ser una variante del Opel GT<\/strong> \/ Pontiac Solstice<\/strong>, pero al menos amenazaba darle una bocanada de aire fresco a la marca, am\u00e9n de indicarle una nueva direcci\u00f3n a seguir.<\/p>\n

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Sin embargo la suerte de la marca estaba echada. La General Motors<\/strong> comenz\u00f3 a negociar la ayuda del gobierno norteamericano en 2008 y, entre sus planes de reorganizaci\u00f3n, figuraba la venta (o cierre) de Saturn<\/strong>. Comenzaron una serie de arduas negociaciones con la cadena de dealers<\/em> Penske Automotive Group<\/strong> – especializada en costosos coches europeos, y la cual planeaba rechapear autos extranjeros con la marca Saturn<\/strong><\/em> -, las cuales se cayeron en el 2009. Sin otro candidato en vista, la GM<\/strong> decidi\u00f3 bajarle la persiana definitivamente a Saturn<\/strong> en Octubre del 2010.<\/p>\n

Las causas del fracaso<\/h2>\n

Quiz\u00e1s los norteamericanos no sepan c\u00f3mo fabricar un coche diferente al que est\u00e1n acostumbrados; es por ello que se ven a s\u00ed mismos como una raza en extinci\u00f3n, ya que los gustos de los estadounidenses han ido cambiando con el tiempo, y han aceptado como propios los standares japoneses. Quiz\u00e1s esto indique que el fracaso de Saturn<\/strong> s\u00f3lo fue un faro que marc\u00f3 el inicio de un final, el cual resultar\u00e1 irremediable si los tres grandes de Detroit no cambian – de manera definitiva y profunda <\/em>– la manera de hacer las cosas.<\/p>\n

\"Saturn<\/p>\n

Saturn Sky, la \u00faltima intentona para reposicionar la marca<\/strong><\/h3>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Historia de las marcas: historia (apogeo y caida) de Saturn. Un emprendimiento de la General Motors pensado para competir con los japoneses y que termino por desencadenar la quiebra de la corporacion<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"aioseo_notices":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5646"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=5646"}],"version-history":[{"count":1,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5646\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":10948,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5646\/revisions\/10948"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=5646"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}

Sin dudas la econom\u00eda norteamericana jug\u00f3 fuerte en los factores que influyeron en la ca\u00edda en desgracia de Saturn<\/strong> pero las causas principales se encuentran dentro de la misma General Motors<\/strong>. No s\u00f3lo la corporaci\u00f3n termin\u00f3 traicionando el esp\u00edritu de un emprendimiento prometedor – quit\u00e1ndole financiaci\u00f3n y, m\u00e1s tarde, independencia creativa y pol\u00edtica<\/em> -, sino que crey\u00f3 que el impulso inicial servir\u00eda para establecer la marca en la mente de los consumidores y generar, con ello, el crecimiento en base a su propia sinergia. Las marcas precisan a\u00f1os – cuando no, d\u00e9cadas<\/em> – para hacerse de un nombre, y precisan respaldo permanente para mantener su independencia y personalidad. Pero aqu\u00ed el proyecto s\u00f3lo termin\u00f3 provocando un boquete en las finanzas, am\u00e9n de cometer el sacrilegio de carecer de una perspectiva profunda a largo plazo. Los Saturn<\/strong> se vendieron en muy pocos lugares fuera de Norteam\u00e9rica; cuando tuvieron su momento de esplendor, capturaron un peque\u00f1o porcentaje de clientes de autos japoneses pero, fundamentalmente, terminaron por canibalizar a compactos producidos por la propia General Motors<\/strong>; y jam\u00e1s se analiz\u00f3 como corresponde la idea de c\u00f3mo posicionar la marca. El Saturn<\/strong> era un coche de clase media que requiri\u00f3 una inversi\u00f3n monumental para ser implementado; en cambio Toyota<\/strong> hizo un esfuerzo similar para desarrollar un auto de alta gama y logro engendrar el Lexus<\/a>, cuya reputaci\u00f3n y \u00e9xito de ventas contin\u00faa hasta hoy.<\/p>\n