{"id":5641,"date":"2017-08-22T01:25:07","date_gmt":"2017-08-22T01:25:07","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/historia-alcre\/"},"modified":"2023-06-26T17:17:11","modified_gmt":"2023-06-26T20:17:11","slug":"historia-alcre","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/historia-alcre\/","title":{"rendered":"Historia de las Marcas: la historia de Alcre Argentina (y de los microautos Champion)"},"content":{"rendered":"

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Volver al Indice – Historia de\u00a0las Marcas<\/a><\/h2>\n

\"Historia<\/p>\n

Por Alejandro Franco –<\/strong> cont\u00e1ctenos<\/a><\/h2>\n

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Cuesta admitirlo pero se trata de una realidad: la industria argentina del autom\u00f3vil nunca produjo coches originales<\/em><\/strong>. Es posible que hayan existido un pu\u00f1ado de fabricantes dotados de visi\u00f3n y capaces de dise\u00f1ar un coche desde cero – como el caso del criollo Zunder<\/a>, o el Dinarg<\/a><\/em> -, pero son casos contados con los dedos de una mano. En su inmensa mayor\u00eda la enorme cantidad de emprendimientos surgidos al amparo del r\u00e9gimen de promoci\u00f3n industrial – existente entre finales de los a\u00f1os 50 y principios de los 60<\/em> – optaba por copiar modelos europeos, negociar la importaci\u00f3n de sus partes para el ensamblado nacional o, en el menor de los casos, conseguir la matricer\u00eda para la fabricaci\u00f3n de una versi\u00f3n integramente argentina. Repasemos: el Siam Di Tella<\/a> era un Riley<\/strong> ingl\u00e9s ensamblado en Argentina; la segunda generaci\u00f3n de Rastrojero Diesel<\/a> usaba chasis de Fiat 1800<\/strong>; el IKA Bergantin<\/a> no era mas que un Alfa Romeo 1900<\/strong>; los Bambi<\/a>, Mitzi<\/a>, Isettas<\/a> e Isard T300<\/a> no eran mas que armados nacionales de microautos europeos; y hasta incluso un pr\u00f3cer de la industria nacional como es el Torino<\/a> no dejaba de ser un Rambler<\/a> reciclado y modificado por Pininfarina<\/strong>. Mientras que el grueso de estos autos se ha extinguido – el paso del tiempo y la corrosi\u00f3n han devorado los escasos ejemplares supervivientes, o los ha reducido a permanecer en cautiverio en las bodegas de los coleccionistas <\/em>-, la llegada de Internet nos ha posibilitado la chance de reencontrar nuestros coches perdidos… los cuales a\u00fan subsisten en Europa a trav\u00e9s de exposiciones, museos y tours de fan\u00e1ticos y especialistas. Vale decir, los modelos originales europeos – que aqu\u00ed intentamos copiar o armar sin \u00e9xito<\/em> – sobreviven como objetos de culto en el viejo continente, y nos permite tener una visi\u00f3n a todo color (y en directo) de aquellos prototipos armados por un pu\u00f1ado de entusiastas argentinos, los cuales so\u00f1aban hace m\u00e1s de 50 a\u00f1os con la ilusi\u00f3n de convertirse en verdaderos fabricantes de autom\u00f3viles.<\/p>\n

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En Argentina proliferaron una gran cantidad de modelos de autos raros y bizarros, siempre producidos en escasas cantidades, y casi siempre viciados por la escasa sobrevida de sus constructores. Y es que muchos de ellos podr\u00edan haber sido buenos t\u00e9cnicos o excelentes ingenieros, pero la mayor\u00eda carec\u00eda del olfato comercial necesario para que el negocio terminara por levantar vuelo, ya fuera creando cadenas de concesionarios o pergue\u00f1ando eficientes planes de venta. Mas all\u00e1 de que el auto fuera bueno o malo, pocos sab\u00edan venderlos como corresponde, raz\u00f3n por la cual terminaron estrangulados entre las pobres ventas, la suba de los costos de importaci\u00f3n de las distintas partes para su correspondiente ensamblado, y la presi\u00f3n del gobierno para que se transformaran en aut\u00e9nticos constructores que dieran pie a una pujante industria nacional.<\/p>\n

El caso que nos ocupa permanece en el recuerdo ya que, despu\u00e9s de una inmensa campa\u00f1a publicitaria, los autos promocionados nunca terminaron de salir de la fase “prototipo”<\/em>… aunque en realidad se trataban de las versiones criollas de unos ignotos y problem\u00e1ticos coches europeos, los cuales exist\u00edan desde 1949 y que en aqu\u00e9l entonces – la d\u00e9cada del 60 <\/em>– se presentaban en un pu\u00f1ado de concesionarias como la pr\u00f3xima maravilla de la industria automotriz argentina.<\/p>\n

Esta, se\u00f1ores, es la historia de los microautos alemanes Champion<\/strong> y de c\u00f3mo llegaron a transformarse en los argentinos Alcre<\/strong>,… los cuales nunca pudieron salir de f\u00e1brica.<\/p>\n

\"Champion<\/p>\n

un Champion 400<\/strong> de 1952; el dise\u00f1o original databa de 1950 y ten\u00eda obvias influencias de Porsche<\/strong> y del Volkswagen Beetle<\/strong>; lamentablemente ten\u00eda serios problemas de terminaci\u00f3n, lo cual atentar\u00eda contra las posibilidades de \u00e9xito del modelo<\/h3>\n

El constructor de motocicletas que se vi\u00f3 obligado a fabricar autom\u00f3viles<\/h2>\n

Europa, a\u00f1os 50. Resulta dif\u00edcil llevar una vida civilizada cuando todo el continente est\u00e1 marcado a fuego por las cicatrices de la Segunda Guerra Mundial y la reconstrucci\u00f3n a\u00fan no ha terminado. Es \u00e9poca de sacrificios y racionamientos y la gente, para subsistir, deben acostumbrarse a la econom\u00eda. Los autos son un lujo, y no s\u00f3lo por su precio sino por el costo que representa llenar el tanque con el carisimo combustible que se vend\u00eda en aquella \u00e9poca en el viejo continente.<\/p>\n

La gente precisa movilizarse… pero tambi\u00e9n necesita un paliativo para los duros momentos que se viven. Mas all\u00e1 de utilizar los servicios de transporte p\u00fablico, la gente quiere recuperar el status y la independencia que se ten\u00eda antes de la guerra… o, al menos, una suerte de placebo que permita complacerlos hasta la llegada de tiempos mejores. Las alternativas existentes eran las motocicletas o los autos de dise\u00f1o antiguo – de la pre guerra<\/em> – los cuales a\u00fan eran fabricados ya que realizar estudios de ingenier\u00eda, planos y nuevas matricer\u00edas para un coche nuevo demandaban invertir un dineral e implicar\u00eda a los fabricantes embarcarse en un proyecto con dudosas posibilidades de recupero de costos. Mientras que los coches viejos segu\u00edan siendo robustos, por otra parte estaban dotados de motores antiguos, grandes e ineficientes, devoradores compulsivos del costoso combustible. Entonces, \u00bfcu\u00e1l era la soluci\u00f3n?.<\/em><\/p>\n

La alternativa vino por el lado de los microcars<\/em>, endebles veh\u00edculos dotados de peque\u00f1os motores procedentes de motocicletas, y los cuales serv\u00edan para transportar 2 (en el mejor de los casos, 4) personas sin que se mojaran en un d\u00eda de lluvia – como dir\u00eda el mismo Andr\u00e9 Citroen sobre su 2CV<\/a>: “eran paraguas con ruedas”<\/em> -; porque estos cochecitos carec\u00edan de velocidad y seguridad, y dif\u00edcilmente ten\u00edan la est\u00e9tica de un auto tradicional, con lo cual eran m\u00e1s un paliativo que un veh\u00edculo de utilidad real. Sin embargo la gente comenz\u00f3 a acostumbrarse a ellos e incluso, en algunos casos, empez\u00f3 a tratarlos como objetos de culto.<\/p>\n

En dicha encrucijada se vi\u00f3 involucrado Maico<\/strong>, el cual era un respetable fabricante alem\u00e1n de motocicletas que estaba establecido desde 1926. Si bien nunca distrajeron su atenci\u00f3n del mundo de las dos ruedas, lo cierto es que la empresa entr\u00f3 en crisis a mediados de los a\u00f1os 50 al ver que las ventas de motos de calle se achicaban considerablemente – en parte por la creciente competencia y aparici\u00f3n de otras marcas, y en parte tambi\u00e9n porque los alemanes estaban aboc\u00e1ndose al incipiente mercado de los microcars<\/em> -. Decidido a participar del mismo para recomponer sus finanzas, Maico<\/strong> encar\u00f3 la construcci\u00f3n de un coche peque\u00f1o, f\u00e1cil de armar y mantener, y pasible de ser vendido a un precio competitivo.<\/p>\n

Mientras que Maico<\/strong> entend\u00eda de motores de motocicletas, carec\u00eda de experiencia en temas tales como chasis o carrocer\u00eda de autom\u00f3viles, raz\u00f3n por la cual se dedic\u00f3 a investigar las posibilidades de adquirir matricer\u00eda preexistente o, bien, de unirse con alg\u00fan carrocero independiente para expandir su actual l\u00ednea de producci\u00f3n. As\u00ed es como termin\u00f3 involucr\u00e1ndose con la l\u00ednea de autom\u00f3viles Champion<\/strong>, los cuales parec\u00edan colmar sus expectativas.<\/p>\n

Lo que Maico <\/strong>desconoc\u00eda es que los Champion<\/strong> ten\u00edan serios problemas de dise\u00f1o, raz\u00f3n por la cual la marca ven\u00eda a los tumbos desde hac\u00eda a\u00f1os. Dise\u00f1ados originalmente por el piloto de carreras Hermann Holbein en 1949 – como parte de un peque\u00f1o emprendimiento que regenteaba<\/em> -, Holbein pronto se di\u00f3 cuenta de que los n\u00fameros no le alcanzaban para fabricarlo en solitario y decidi\u00f3 buscar un socio en la figura de la Benteler International AG<\/strong>, un enorme emprendimiento sider\u00fargico que estaba deseoso de expandir su cartera de inversiones. Holbein y Benteler<\/strong> fundan en 1950 la Champion-Automobilbau<\/strong> y encaran la construcci\u00f3n de las cup\u00e9s Champion 250<\/strong> y 250 S<\/strong>, y el microcar <\/em>Champion 400<\/strong>… el cual – 10 a\u00f1os mas tarde, y a m\u00e1s de 11.000 kilometros de distancia <\/em>– terminar\u00eda por convertirse en el Alcre Susana<\/strong> de producci\u00f3n nacional.<\/p>\n

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Mientras que las intenciones de los Champion<\/strong> eran nobles, su falta de fiabilidad mec\u00e1nica y su p\u00e9simo circuito comercial terminaron por torpedear el proyecto, hasta el punto de que la empresa se vi\u00f3 obligada a cerrar en 1952, apenas dos a\u00f1os despu\u00e9s de haber sido fundada. Sin embargo \u00e9se no ser\u00eda el final de los problem\u00e1ticos Champion<\/strong>, ya que ese mismo a\u00f1o la matricer\u00eda y los derechos de la marca pasar\u00edan a otros due\u00f1os – la gente de Rheinische, Hennenh\u00f6fer & Co<\/strong>. de Ludwigshafen, y los cuales hab\u00edan ofrecido los coches originales en calidad de concesionarios <\/em>-.<\/p>\n

Resulta curioso ver c\u00f3mo el mismo circo se repetir\u00eda una y otra vez, con un mont\u00f3n de gente poniendo grandes cantidades de dinero e insistiendo en fabricar un coche fallido por donde se lo mire. Rheinische, Hennenh\u00f6fer & Co<\/strong>. terminar\u00eda fundida debido a endeudarse millonariamente – en especial, al encarar el proyecto de ponerle un confiable motor Heinkel <\/strong>al Champion 400<\/strong><\/em> -. En 1954 el Champion<\/strong> pasar\u00eda a manos de la gente de Rheinische Automobil-Fabrik, Henning Thorndal<\/strong>… la cual quebrar\u00eda tambi\u00e9n en 1955, pero esta vez no a causa del peque\u00f1o y defectuoso autito sino debido a que Thorndal desapareci\u00f3 del mapa con 6 millones de marcos fruto de un prestamo bancario otorgado a la empresa, raz\u00f3n por la cual entrar\u00eda en concurso y liquidaci\u00f3n a mediados de dicho a\u00f1o. All\u00ed es cuando entra a este culebr\u00f3n la gente de Maico<\/strong>, los cuales – por desesperaci\u00f3n o ingenuidad <\/em>– decidieron abonar 300.000 marcos alemanes para hacerse de los derechos de marca, las matricerias y existencias remanentes de la fenecida Rheinische<\/strong>.<\/p>\n

Intentando revivir un muerto.<\/h2>\n

Maico <\/strong>encar\u00f3 la construcci\u00f3n de una l\u00ednea compuesta por cinco modelos: el MC 400\/4<\/strong> – sucesor directo del Champion 400<\/strong><\/em> -, el cual no convenci\u00f3 a nadie y termin\u00f3 por ser retirado despu\u00e9s de apenas 21 unidades producidas; un clon con motor mas potente, el MC 500\/4<\/strong> – dotado de engine Heinkel<\/strong> de dos tiempos y 452 cc<\/em> -, del cual se vendieron 6.301 unidades; el MC 400\/H,<\/strong> que vendi\u00f3 1.374 unidades entre 1955 y 1956; y los modelos deportivos MC 500 G<\/strong> y MC 500 Sport<\/strong>, del cual s\u00f3lo se hicieron 4 unidades.<\/p>\n

\"Maico<\/p>\n

el Maico 500<\/strong> era una versi\u00f3n de 4 asientos del Champion 400<\/strong> y ten\u00eda un motor mas grande de 452 cc; se distingu\u00eda de las versiones mas antiguas por su mayor tama\u00f1o y su techo rectangular, y ser\u00eda el modelo sobre el cual se basar\u00eda el Alcre Susana<\/strong><\/h3>\n

Desbordados por los juicios y por la presi\u00f3n del gobierno alem\u00e1n – y con los due\u00f1os y buena parte de la plana mayor directiva metidos en prisi\u00f3<\/em>n -, Maico<\/strong> decidi\u00f3 cerrar su l\u00ednea de autom\u00f3viles en 1958. Seguir\u00eda fabricando motos hasta 1985 – obteniendo cierto \u00e9xito con motos de carrera y de motocross<\/em> -, pero ese a\u00f1o entrar\u00eda en quiebra y terminar\u00eda desapareciendo. Por su parte los letales Champion<\/strong> a\u00fan tendr\u00edan un tiempo de sobrevida… cuando resucitaran, 3 a\u00f1os mas tarde, en la forma de un emprendimiento industrial argentino.<\/p>\n

Alcre Susana y Alcre Luis: los Champion argentinos<\/h2>\n

Alberto Credidio era el fundador de Alcre S.A.C.I.F.I.<\/strong>, un emprendimiento dedicado a la fabricaci\u00f3n de motores el\u00e9ctricos y de explosi\u00f3n. Credidio tambi\u00e9n era un fan\u00e1tico de los autom\u00f3viles – hab\u00eda corrido algunas carreras a finales de los 50<\/em> -, raz\u00f3n por la cual su inter\u00e9s en los coches era mas que evidente. Aprovechando el r\u00e9gimen de promoci\u00f3n de la industria automotriz implementado por la presidencia de Arturo Frondizi, Credidio present\u00f3 un plan en 1959 para producir una l\u00ednea de vehiculos, el cual fue aprobado a la brevedad y demor\u00f3 dos a\u00f1os en ser implementado.<\/p>\n

Los datos que siguen son confusos. Credidio logr\u00f3 interesar a dos firmas alemanas – Heinkel<\/em><\/strong> y la carrocera Bellino<\/strong><\/em> – para que aportaran cada uno u$s 1.200.000 al emprendimiento, logrando construir un establecimiento industrial de 100.000 m2 en Paran\u00e1, Entre Rios. Una vez hecho esto, logr\u00f3 que los fabricantes le vendieran las piezas del Maico Champion 400 <\/strong>y del prototipo 500 Sport<\/strong>, los cuales termin\u00f3 rebautizando como Alcre Susana<\/strong> y Alcre Luis <\/strong>– en honor al nombre de sus hijos<\/em> -. Arm\u00f3 algunos modelos, los puso en exhibici\u00f3n a trav\u00e9s de la cadena de concesionarios Falcresa<\/strong>, e intent\u00f3 seducir a potenciales clientes ofreciendo generosos descuentos (del orden del 14% en las primeras 1.000 unidades) debido al lanzamiento del auto. Lo que mas llama la atenci\u00f3n es que las publicidades en medios gr\u00e1ficos – impresas entre 1961 y 1962<\/em> – hablaban de 470 unidades “reservadas”. \u00bfAcaso era un ardid publicitario o realmente hubo gente que abon\u00f3 los $ 50.000 de la \u00e9poca para se\u00f1arlo?<\/em><\/strong>. Y de ser as\u00ed, \u00bfque pas\u00f3 con dichos compradores?. \u00bfRealmente recibieron los veh\u00edculos, o todo el emprendimiento se cay\u00f3 antes de siquiera levantar vuelo con la primera unidad?<\/em><\/strong>. La respuesta com\u00fan es que el auto no gener\u00f3 expectativas y por eso nunca entr\u00f3 en producci\u00f3n… pero la otra explicaci\u00f3n posible es que los fabricantes argentinos terminaran por darse cuenta de los tremendos defectos de construcci\u00f3n y decidieran cancelar las cosas antes de pasar a la etapa siguiente. Es todo muy extra\u00f1o, mas considerando que los socios alemanes de Credidio – Heinkel <\/strong>y Bellino<\/strong><\/em> – no pod\u00edan desconocer el esc\u00e1ndalo desatado por los Maico Champion <\/strong>generado en su Alemania natal.<\/p>\n

Quedan las fotos, quedan los avisos, quedan los testimonios… faltan los autos<\/em>. Hoy recordamos a los Alcre<\/strong> a trav\u00e9s de sus antecesores alemanes, envueltos en una suerte negra que marc\u00f3 toda su existencia hasta el final de sus d\u00edas. Hoy son piezas de museo, rarezas que se exhiben en circuitos especializados y que son admiradas como objetos hist\u00f3ricos debido a la rareza de su dise\u00f1o… desconociendo en realidad la leyenda oscura que esconde su apariencia bizarra.<\/p>\n

\"Maico<\/p>\n

el Maico 500 Sport<\/strong> – en una versi\u00f3n prototipo que nunca entr\u00f3 en producci\u00f3n, debido al cierre de la divisi\u00f3n de autom\u00f3viles de la empresa <\/em>-; resulta curioso que dicho auto, con un motor 700 cc, se lo ofreciera en nuestras pampas (con el nombre de Alcre Luis<\/strong>) como un modelo listo para usar y debidamente testeado<\/h3>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Historia de las marcas: historia de Alcre Argentina. Un emprendimiento nacional que quiso fabricar los autos alemanes Champion en nuestro pais a principios de la decada del 60<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"aioseo_notices":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5641"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=5641"}],"version-history":[{"count":7,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5641\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":10996,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5641\/revisions\/10996"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=5641"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}

Si bien los Maico MC 400<\/strong> hab\u00edan corregido algunos problemas de construcci\u00f3n que databan de la \u00e9poca de Champion<\/strong>, hab\u00eda una falla fatal que signar\u00eda el destino del auto: las debilidades estructurales de los ejes, los cuales tend\u00edan a partirse al medio en los momentos en que el auto cobraba velocidad. Ya en 1957 Maico <\/strong>enfrentaba una gran cantidad de juicios porque sus autos eran considerados trampas mortales – incluso los concesionarios prefer\u00edan entregar los coches en la puerta de las casas de los clientes, cosa de que no ocurrieran accidentes a la salida de los salones de venta (!) <\/em>-, lo cual hablaba a las claras de los tremendos problemas de ingenier\u00eda que padec\u00edan los econ\u00f3micos cochecitos. D\u00e9cadas antes del Corvair<\/a>, los alemanes tambi\u00e9n tuvieron su propio coche plagado de defectos mortales.<\/p>\n