{"id":5514,"date":"2017-08-22T01:25:26","date_gmt":"2017-08-22T01:25:26","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/clasicos-willys-aero\/"},"modified":"2023-04-24T23:56:21","modified_gmt":"2023-04-25T02:56:21","slug":"clasicos-willys-aero","status":"publish","type":"page","link":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/clasicos-willys-aero\/","title":{"rendered":"Autos Cl\u00e1sicos: Historia del Willys Aero (1952 – 1971)"},"content":{"rendered":"

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Volver al Indice – Historia de Autos Cl\u00e1sicos<\/a><\/h2>\n

\"Historia<\/p>\n

Por Alejandro Franco –<\/strong> cont\u00e1ctenos<\/a><\/h2>\n

A veces tener una buena idea no basta. Si la t\u00e9cnica no la acompa\u00f1a, s\u00f3lo ser\u00e1 una buena idea arruinada.<\/em><\/p>\n

En muchos sentidos el Willys Aero<\/strong> era un precursor. Fue un compacto nacido en una era en donde la palabra no exist\u00eda – en una \u00e9poca de abundancia, \u00bfqui\u00e9n iba a comprar un coche peque\u00f1o y econ\u00f3mico?<\/em> -, y quiso armar su propio nicho a base de la diferenciaci\u00f3n… l\u00e1stima que la empresa que lo fabricaba no supo muy bien c\u00f3mo respaldarlo y termin\u00f3 por languidecer hasta su inevitable extinci\u00f3n. Por suerte la historia pudo darle una segunda oportunidad y tuvo su chance de brillar – a miles de kil\u00f3metros del lugar que le vi\u00f3 nacer <\/em>-. aunque su tard\u00eda redenci\u00f3n no alcanz\u00f3 a salvar a la empresa que le diera origen.<\/p>\n

Un caso de mal karma<\/h2>\n

Algunos nacen con estrella y otros, estrellados<\/em>. El dicho bien podr\u00eda aplicarse a la Willys Overland<\/strong>, la cual padeci\u00f3 serios problemas desde el momento mismo de su nacimiento. La empresa hab\u00eda nacido en 1908 – cuando John Willys decidi\u00f3 adquirir la divisi\u00f3n Overland Automotores<\/strong> de la empresa Standard Wheel Company<\/strong><\/em> – y, en un principio, parec\u00eda que se encontraba preparada para devorarse el mundo. A final de cuentas, entre 1912 y 1918 la Willys Overland<\/strong> se hab\u00eda convertido en el segundo productor norteamericano de autom\u00f3viles – detr\u00e1s de la Ford<\/strong> <\/em>-, y todas las perspectivas auguraban la posibilidad casi cierta de convertirse en un imperio.<\/p>\n

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Todo ello deriv\u00f3 en un exceso de confianza que devino en una serie de compras compulsivas de empresas mas peque\u00f1as. Si bien la Willys Overland <\/strong>quer\u00eda expandirse – ofreciendo coches de lujo; utilizando las instalaciones recientemente adquiridas de sus subsidiarias para ampliar su producci\u00f3n; planeando nuevos modelos<\/em> -, las inversiones no s\u00f3lo endeudaron a la empresa sino que obligaron a desviar la atenci\u00f3n de sus directivos hacia el manejo financiero, desatendiendo tanto la ingenier\u00eda como el control de calidad de sus productos. Ello se tradujo en la desastrosa producci\u00f3n del Willys Six<\/strong>, el cual ten\u00eda problemas de todo tipo; y si bien la empresa esperaba depurar el coche con el correr del tiempo, el giro de los acontecimientos terminar\u00eda por doblegar sus intenciones. En 1920 Estados Unidos entrar\u00eda en una seria recesi\u00f3n y la ca\u00edda de las ventas obligar\u00eda a traspasar el control de la empresa a los acreedores, los cuales trajeron a Walter Chrysler – un talentoso gerente que hab\u00eda reorganizado con \u00e9xito la Buick<\/strong><\/em> – para ordenar el caos. Chrysler arm\u00f3 un equipo de ingenieros, redise\u00f1\u00f3 el Willys Six<\/strong> – ahora conocido internamente como el Chrysler Six<\/strong> <\/em>– y le di\u00f3 un producto mas que digno a la empresa. Y mientras la Willys<\/strong> sangraba por la herida – siendo forzada a vender buena parte de las instalaciones que hab\u00eda adquirido con tanto entusiasmo apenas un pu\u00f1ado de a\u00f1os antes<\/em> -, Chrysler divis\u00f3 el potencial del auto que hab\u00eda producido y decidi\u00f3 montar su propio emprendimiento, el cual se traducir\u00eda en 1925 en la empresa que llevar\u00eda su nombre.<\/p>\n

\"Willys<\/p>\n

un Willys Six de 1932, revisado y pulido por Walter Chrysler y su equipo de t\u00e9cnicos; las primeras versiones del Six databan de finales de la d\u00e9cada del 10 y hab\u00eda probado ser un desastre tanto de ingenier\u00eda como de ventas, contribuyendo a la decadencia de toda la compa\u00f1\u00eda.<\/h3>\n

Justo cuando la Willys Overland<\/strong> parec\u00eda haber entrado en un proceso de franca recuperaci\u00f3n, sobrevendr\u00eda el crack<\/em> burs\u00e1til de 1929 y todo el pa\u00eds – y el resto del mundo<\/em> – quedar\u00eda sumergido en una profunda crisis que llevar\u00eda m\u00e1s de una d\u00e9cada para poder remontar. Willys<\/strong> redujo su l\u00ednea de fabricaci\u00f3n a un par de veh\u00edculos y sigui\u00f3 achic\u00e1ndose, liquidando todos sus bienes en Canad\u00e1 y limit\u00e1ndose a una producci\u00f3n casi artesanal montada entre las peque\u00f1as f\u00e1bricas que a\u00fan figuraban en su activo.<\/p>\n

Renacimiento y nuevas esperanzas<\/h2>\n

Cuando el panorama parec\u00eda sombr\u00edo, explot\u00f3 la Segunda Guerra Mundial y se le abrieron un pu\u00f1ado de nuevas oportunidades a la empresa. Lo que sacar\u00eda a la Willys Overland<\/strong> del pozo ser\u00edan los contratos militares y, mas concretamente, la brillante creaci\u00f3n del Jeep<\/a>, el cual se convertir\u00eda en la principal fuente de ingresos de la marca. Asegurado un flujo constante y creciente de dinero, ahora la Willys<\/strong> se enfrentaba al dilema de qu\u00e9 hacer con semejante capital, en especial para sanear la endeblez econ\u00f3mica que padec\u00eda la firma desde hac\u00eda d\u00e9cadas. La primera alternativa era diversificar los veh\u00edculos basados en el Jeep<\/a> e intentar ubicarlos dentro del mercado civil – fuera en la forma de camionetas o utilitarios, o viendo si el Jeep<\/strong> pod\u00eda erigirse en alg\u00fan tipo de opci\u00f3n econ\u00f3mica a los tractores<\/em> -; la segunda alternativa era regresar a la fabricaci\u00f3n de autos de pasajeros, algo que hab\u00eda abandonado al inicio de la guerra. Y si bien la Willys Overland<\/strong> hab\u00eda armado un prototipo en 1947, el regreso reci\u00e9n se concretar\u00eda en 1952 con el lanzamiento del Willys Aero<\/strong>.<\/p>\n

En s\u00ed, la idea del Aero <\/strong>databa de las \u00e9poca de Henry Ford y su modelo T<\/strong>, en donde se pensaba que un coche barato y peque\u00f1o deb\u00eda ser f\u00e1cil de vender por millares – la escasa ganancia por unidad se compensaba con la gran cantidad de veh\u00edculos vendidos<\/em> -. El problema con este esquema es que, para funcionar, se precisaba una estructura muy aceitada de costos y control de calidad, con la cual fuera factible producir un buen coche que todos quisieran comprar. Por otra parte, los tiempos de Henry Ford hab\u00edan pasado y el coche hab\u00eda dejado de ser una rareza para convertirse en algo de uso normal y diario. Ya el precio no era necesariamente un factor determinante de la compra – en los a\u00f1os de la postguerra los Estados Unidos hab\u00edan ingresado en un per\u00edodo de boom econ\u00f3mico que durar\u00eda hasta finales de los a\u00f1os 50 <\/em>-, y entraban a jugar otros elementos, como comodidad, calidad, variedad, etc. Incluso la publicidad hab\u00eda pasado a jugar una parte importante en todo el proceso decisorio, convirtiendo a los coches en s\u00edmbolos de status y en el fiel reflejo de la personalidad de sus due\u00f1os; basta estudiar el caso seminal del Volkswagen Beetle<\/a> – un cochecito alem\u00e1n feo, peque\u00f1o y anticuado que a finales de los a\u00f1os 50 comenz\u00f3 a convertirse en un fen\u00f3meno imparable de ventas en base a una brillante campa\u00f1a de propaganda<\/em> – para darse cuenta que los gustos de la gente pod\u00edan ser influenciados en base a la publicidad. El Beetle<\/strong> era diferente y, quienes lo compraban, quer\u00edan sentirse diferentes.<\/em><\/p>\n

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Es por todo ello que el Aero<\/strong> fue concebido de manera anticuada; no por un tema de ingenier\u00eda sino porque no formaba parte de una visi\u00f3n comercial mucho mas amplia y moderna de producto. El Ford Falcon<\/a> fue un compacto dise\u00f1ado matem\u00e1ticamente para cubrir las proporciones m\u00ednimas de comodidad que demandaba una familia tipo norteamericana; el Chevrolet Corvette<\/a> fue un deportivo pensado para tener una propuesta nacional que hiciera frente a la invasi\u00f3n de costosos roadsters<\/em> que asolaban el mercado estadounidense; el Ford Mustang<\/a> fue una cup\u00e9 engendrada a partir de un coche barato, pensando en que la gente de clase media quer\u00eda algo mas deportivo (aunque fuera s\u00f3lo en lo est\u00e9tico); todos estos coches nacieron de una filosof\u00eda relacionada \u00edntimamente con la sicolog\u00eda del consumidor, y pensada para satisfacer alg\u00fan tipo de necesidad espiritual. El Willys Aero<\/strong> era simplemente un coche barato – s\u00f3lido, con algunas innovaciones mec\u00e1nicas<\/em> – pero carente de una filosof\u00eda que le respaldara detr\u00e1s y que indicara las pol\u00edticas que deb\u00eda seguir la Willys<\/strong> para transformarlo en un \u00e9xito a nivel masivo.<\/p>\n

Clyde Paton, ex ingeniero de Packard<\/strong>, dise\u00f1\u00f3 el Willys Aero<\/strong>, y el coche sali\u00f3 a la venta en 1952. Est\u00e9ticamente era bonito, se manejaba bien, su consumo era sorprendentemente econ\u00f3mico, y pose\u00eda hasta una buena perfomance, pero era demasiado caro como para seducir a compradores de otras marcas. A\u00fan los modelos mas baratos del Aero<\/strong> eran mas caros que las versiones econ\u00f3micas provistas por otras marcas – como Ford<\/strong>, Chevrolet<\/strong> o Plymouth<\/strong><\/em> -, los cuales de por s\u00ed eran coches mucho mas grandes. Por otra parte, no hab\u00eda suficiente respaldo post venta – los repuestos escaseaban<\/em> – y la calidad de terminaci\u00f3n dejaba bastante que desear. Ni siquiera la carrocer\u00eda estaba protegida adecuadamente contra la corrosi\u00f3n, raz\u00f3n por la cual los Aero <\/strong>eran v\u00edctimas del \u00f3xido en el corto plazo.<\/p>\n

\"Willys<\/p>\n

una de las primeras versiones del Willys Aero de la d\u00e9cada del 50; aunque ten\u00eda potencial, la gente de la \u00e9poca s\u00f3lo pensaba en coches grandes y por ello sus n\u00fameros de venta resultaron decepcionantes<\/h3>\n

Mientras que la calidad y el costo eran problem\u00e1ticos, por otra parte el coche ten\u00eda un pu\u00f1ado de buenas ideas. Sus proporciones eran c\u00f3modas y presagiaban a los compactos surgidos a final de la d\u00e9cada. Pose\u00eda suspension independiente en las cuatro ruedas y su motor de 2.6 ten\u00eda potencia – ayudada por el escaso peso del auto<\/em> -. L\u00e1stima que el Aero<\/strong> no era competencia frente a otros compactos de la \u00e9poca – como los Rambler<\/strong> o los coches europeos que ingresaban con cuentagotas en el mercado norteamericano, y ten\u00edan un inusual nivel de confort y calidad por precios similares <\/em>-, y pronto comenz\u00f3 a perder por goleada. Mientras que en su primer a\u00f1o roz\u00f3 las 30.000 unidades vendidas, al segundo a\u00f1o se produjo un brusco descenso y ni siquiera los buenos n\u00fameros del Jeep<\/strong> y sus derivados lograron salvar a la Willys<\/strong> de la debacle causada por la floja perfomance comercial del novisimo compacto. Todo ello se traducir\u00eda en la venta de Willys Overland<\/strong> a la Kaiser Motors<\/a> en 1953, los cuales desembarcaron con un mont\u00f3n de ideas radicales. En primer lugar, estimaron que no ten\u00edan posibilidades de pelear el liderazgo del mercado norteamericano con los tres grandes de Detroit – Ford<\/strong>, GM<\/strong> y Chrysler<\/strong><\/em> – y, en vez de enfrascarse en una guerra de desgaste con otros fabricantes peque\u00f1os e independientes (como Studebaker<\/strong> o AMC<\/strong>), prefirieron salir a conquistar mercados internacionales. En segundo lugar, optaron por desembarcar en econom\u00edas emergentes latinoamericanas, trasladando sus fabricas a Argentina y Brasil – las cuales ofrec\u00edan numerosos est\u00edmulos a la producci\u00f3n automotriz, patrocinando la creaci\u00f3n de una aut\u00e9ntica industria nacional <\/em>-, y aspirando a crear un imperio desde el tercer mundo. El problema con semejante apuesta es que las condiciones pol\u00edticas y econ\u00f3micas de los paises latinoamericanos eran extremadamente vol\u00e1tiles, y las promesas en papel pronto terminaron por ser aplastadas por la realidad. La Kaiser Motors<\/strong> mut\u00f3 en Industrias Kaiser Argentina<\/a> y se radic\u00f3 en nuestro pa\u00eds, mientras mudaba su subsidiaria Willys-Overland<\/strong> a Brasil. Lo \u00fanico que se reserv\u00f3 para si la gente de Kaiser<\/strong> fue la producci\u00f3n del Jeep<\/a>, la que mantuvo en suelo norteamericano hasta 1970 – y cuando decidi\u00f3 abandonar el mercado automotriz, vendi\u00e9ndole la licencia del todoterreno a la AMC<\/strong><\/em> -.<\/p>\n

El Aero renace en Brasil<\/h2>\n

La Willys<\/strong> ya hab\u00eda montado una avanzada en Brasil en 1953, meses antes de la adquisici\u00f3n por parte de Kaiser Motors<\/strong>. La gente de Kaiser<\/strong> vi\u00f3 la subsidiaria como una herramienta para el crecimiento, y decidi\u00f3 manejarla de una manera no convencional. Adem\u00e1s del Aero<\/strong> y del Jeep<\/strong> (y sus derivados), la Willys Overland Brasil <\/strong>comenz\u00f3 a fabricar bajo licencia el Renault Dauphine<\/a> y el Plymouth Savoy<\/strong>, y con el tiempo terminar\u00eda generando proyectos aut\u00f3ctonos como el Ford Corcel <\/strong>– el c\u00f3mo Kaiser<\/strong> \/ Willys<\/strong> terminaron desarrollando un coche Ford <\/strong>es una historia curiosa; en realidad se trataba de una versi\u00f3n remodelada del Renault 12<\/strong> (desarrollada en conjunto con los franceses), la cual cambi\u00f3 de manos justo cuando la Ford<\/strong> compr\u00f3 las plantas de Willys<\/strong> en Brasil en 1968 <\/em>-.<\/p>\n

\"Willys<\/p>\n

el redise\u00f1o de 1963 del Aero le di\u00f3 elegancia y presencia, haci\u00e9ndole parecido a los coches de lujo japoneses de la \u00e9poca<\/h3>\n

La producci\u00f3n del Aero <\/strong>brasilero comenzar\u00eda en 1960, pero pegar\u00eda un salto importante en 1963 con la llegada de un profundo redise\u00f1o, mucho mas elegante y popular. El Willys Aero<\/strong> pasar\u00eda a llamarse Aero 2600<\/strong>, e incluso tendr\u00eda dos variantes – Itamaraty<\/strong> y Executivo<\/strong> <\/em>-, ambas con fuerte sabor carioca.<\/p>\n

Curiosamente el paria se hab\u00eda transformado en un coche respetable y deseado. 116,967 unidades fueron producidas entre 1960 y 1971, una cifra excepcional para un coche que hab\u00eda comenzado su existencia con el pie izquierdo. Cuando la Kaiser <\/strong>comenz\u00f3 a deshacerse de sus inversiones – para retirarse de la industria automotriz<\/em> -, le vendi\u00f3 su parte a la Ford<\/strong>, quienes fabricaron el Aero<\/strong> entre 1967 y 1971. En dicho a\u00f1o cancelar\u00edan su producci\u00f3n para reemplazarlo por la versi\u00f3n local del Ford Maverick<\/strong>.<\/p>\n

Cosa curiosa, el Willys Aero<\/strong> brasilero prob\u00f3 ser un coche mas s\u00f3lido y perfeccionado que su antecesor norteamericano. No s\u00f3lo en calidad de terminaci\u00f3n sino en cuanto a perfomance y consumo – un test hecho en 1979 le daba un rendimiento similar a coches de la \u00e9poca, e incluso estaba a la par en cuanto a emisiones contaminantes sin siquiera tener que hacer el m\u00e1s minimo cambio a la mec\u00e1nica original<\/em> -, probando que la idea original de la Willys<\/strong> eera acertada pero estaba adelantada a su tiempo, y que ser\u00eda mucho mejor valorada en un mercado acostumbrado a coches mas peque\u00f1os que los tradicionales monstruos norteamericanos. Como ha pasado – y seguir\u00e1 pasando<\/em> – la historia de la industria del autom\u00f3vil est\u00e1 llena de sorpresas y de segundas oportunidades, y es lo que ocurri\u00f3 aqu\u00ed con este emigrante que tuvo que venir al tercer mundo para hacerse de una fama que le resultaba merecida.<\/p>\n

\"Willys<\/p>\n

el Willys Aero Itamaraty, versi\u00f3n Executivo, una lujosa limusina made in Brasil<\/em> de la cual se produjeron s\u00f3lo 27 unidades<\/h3>\n

WILLYS OVERLAND \/ JEEP<\/h4>\n

Articulos publicados en el portal sobre esta marca:\u00a0Historia del Jeep<\/a>\u00a0–\u00a0Historia del Willys Aero<\/a>\u00a0– en\u00a0Selecci\u00f3n de Autos Argentinos del Ayer (III)<\/a>\u00a0hablamos del\u00a0Jeep Gladiator<\/strong>\u00a0fabricado por\u00a0IKA<\/strong>\u00a0en Argentina<\/em><\/h5>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Autos clasicos: historia del Willys Aero. Nacio en los Estados Unidos, fue un fracaso, pero encontro su redencion en Brasil en donde se convirtio en un clasico.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"aioseo_notices":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5514"}],"collection":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=5514"}],"version-history":[{"count":1,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5514\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":10936,"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5514\/revisions\/10936"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=5514"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}