![\"historia](\"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-content\/uploads\/2017\/08\/foto-trabant.webp\")
<\/p>\n
Por Alejandro Franco –<\/strong> cont\u00e1ctenos<\/a><\/h2>\nEl Trabant<\/strong> es un coche de sensaciones encontradas. Su abolengo es infame y su tecnolog\u00eda es obsoleta pero, por otra parte, no es m\u00e1s que una m\u00e1quina – un pedazo de metal al cual se le adjudican mas ignominias que las que realmente se merece<\/em> -. Quiz\u00e1s el mayor problema que tiene el Trabant<\/strong> es que se trata de un s\u00edmbolo de los a\u00f1os oscuros en los cuales el comunismo dominaba media Alemania, en donde poseer un cochecito peque\u00f1o e ineficiente era lo m\u00e1s parecido a tener un lujo.<\/p>\nNace una estrella… roja<\/h2>\n
Para el gobierno comunista de Alemania Oriental era m\u00e1s que importante dar la sensaci\u00f3n de que bajo su administraci\u00f3n todo el pueblo viv\u00eda en un status de bienestar. Para dar esa sensaci\u00f3n hab\u00eda que prestar atenci\u00f3n a los detalles y uno de los mas obvios era que cada familia tuviera un auto… aunque se tratara del modelo \u00fanico fabricado en masa por el Estado y carente de detalles distintivos.<\/p>\n
\n
Ciertamente era un prop\u00f3sito tan loable como cuestionable – a final de cuentas, cada persona ten\u00eda derecho a tener su propio auto pero, por otra parte, no hab\u00eda opciones para elegir y la adjudicaci\u00f3n del veh\u00edculo respond\u00eda a una cuesti\u00f3n m\u00e1s de apariencias que de verdadero inter\u00e9s del Estado hacia la persona <\/em>-, pero el estado alem\u00e1n se di\u00f3 ma\u00f1a para implementarlo, aunque no sin ciertas dificultades. Uno de los principales problemas era la escasez de materiales para montar una producci\u00f3n masiva de coches, con lo cual los veh\u00edculos fabricados sol\u00edan ser endebles carrocer\u00edas de fibra de vidrio dotadas de alg\u00fan ineficiente motor. Si bien esto imped\u00eda la corrosi\u00f3n propia de los chasis de acero, por otra parte tra\u00eda su propia sarta de problemas, l\u00e9ase la baja resistencia a los impactos, la dificultad para pintar esa clase de materiales, y el resentimiento de la vida \u00fatil de los mismos frente al sol y los calores intensos.<\/p>\nEl primer experimento de auto “social” fue el Zwickau AWZ P70<\/strong>, del cual se fabricaron 36.151 unidades entre 1955 y 1958. Pero el estado alem\u00e1n quer\u00eda algo superior – aunque mas econ\u00f3mico<\/em> – y as\u00ed es como se despacharon con el Trabant<\/strong> en 1957 – cuyo nombre significa “sat\u00e9lite”, apelativo elegido por concurso en conmemoraci\u00f3n al lanzamiento del Sputnik<\/strong> ese mismo a\u00f1o<\/em> -.<\/p>\nPara su \u00e9poca el Trabant<\/strong> era un coche relativamente avanzado. Era monocasco, pose\u00eda suspensi\u00f3n independiente en las cuatro ruedas, y su carrocer\u00eda estaba hecha de Duroplast<\/strong> – una especie de pl\u00e1stico generado a partir del reciclamiento de materiales tales como residuos de algod\u00f3n y resinas de fenol, la primera de las cuales proced\u00eda de la URSS y cuya demora en embarque y procesamiento enlentec\u00eda todo el proceso de fabricaci\u00f3n del auto <\/em>-. Pero la escasez de materiales no s\u00f3lo se sent\u00eda en el chasis sino tambi\u00e9n en el motor, el cual hab\u00eda sido reducido a un peque\u00f1o dos tiempos que resultaba tan estridente como ineficiente a la hora del consumo. Dicho motor era un rezago del proyecto original – que consist\u00eda en la fabricaci\u00f3n de un triciclo motorizado <\/em>-, pero jam\u00e1s pas\u00f3 por ning\u00fan proceso de revisi\u00f3n o reingenier\u00eda para adaptarlo a la nueva carrocer\u00eda. Era estruendoso y contaminante, produciendo emisiones de humo cuatro veces superiores a motores de similar cilindrada fabricados en occidente en esa misma \u00e9poca (y eso que estamos hablando de un motor de 600 cc, con unos escasos 26 caballos de fuerza que hac\u00edan llegar al coche – en el mejor de los casos<\/em> – a unos ajustados 112 km por hora). Como sea, lo cierto es que el motor del Trabant <\/strong>era ineficiente: daba 100 km por cada 7 litros de nafta, y resultaba un devorador compulsivo de aceite, obligando a los conductores a supervisar constantemente la mezcla que ten\u00edan en sus peque\u00f1os tanques, en una proporci\u00f3n de un litro por cada 33 de combustible. Por ello era habitual que, en los viajes largos, los due\u00f1os de los Trabant<\/strong> incluyeran como equipamiento standard un enorme bid\u00f3n de aceite para hacerle frente a las necesidades del camino.<\/p>\nLa primera edici\u00f3n del Trabant<\/strong> (llamada P50<\/strong>) apareci\u00f3 entre 1957 y 1962; despu\u00e9s vino el 600<\/strong> (fabricado entre 1962 y 1964); y en dicho a\u00f1o apareci\u00f3 el 601<\/strong>, el cual se transform\u00f3 en el modelo mas caracter\u00edstico y extendido de la marca. Ciertamente las expectativas del 601<\/strong> no pasaban de producirlo mas all\u00e1 de 1967; pero los problemas de abastecimiento de materiales dieron por tierra con todos los proyectos para reemplazarlo, con lo cual el vetusto cochecito sigui\u00f3 en producci\u00f3n hasta 1991… justo cuando comenzaba a materializarse el proceso de reunificaci\u00f3n de las dos Alemanias. Con su tecnolog\u00eda mas que arcaica era obvio que el Trabant <\/strong>no estaba en condiciones de competir con sus pares de la antigua Alemania Occidental – l\u00e9ase, la catarata de avanzados Volkswagens<\/strong>, Mercedes Benz<\/strong>, Audis<\/strong>, BMWs<\/strong>, etc <\/em>-, e intent\u00f3 sobrevivir durante un a\u00f1o m\u00e1s con el modelo 1.1<\/strong>, el cual no era m\u00e1s que el viejo 601<\/strong> al cual le hab\u00eda colocado un motor de Volkswagen Golf<\/strong>. Pero 1991 ser\u00eda el a\u00f1o del final, y la f\u00e1brica de Mosel cerrar\u00eda sus puertas, siendo vendida mas tarde a la Volkswagen<\/strong>. Para 1992 el Trabant<\/strong> no era mas que un recuerdo, y sus numerosos supervivientes se agitaban como fantasmas de un pasado demasiado oscuro y amargo de recordar.<\/p>\nLa importancia hist\u00f3rica de un cochecito infame<\/h2>\n
Para muchos el Trabant<\/strong> fue un s\u00edmbolo inconfundible del agobiante r\u00e9gimen comunista de la Alemania Oriental. La producci\u00f3n del coche era artesanal y demandante, el auto en s\u00ed era ineficiente y poco seguro – el tanque de combustible estaba ubicado por encima del motor, para alimentar por gravedad al carburador… lo cual lo hac\u00eda propenso a los incendios tanto accidentales como en el caso de eventuales choques frontales<\/em> – y, lo que era peor, las listas de espera para obtenerlo ten\u00edan demoras de varios a\u00f1os – con lo cual los Trabants<\/strong> de segunda mano terminaron cotizando mucho mas caro que los 0 Km pr\u00f3ximos a entregarse<\/em> -. Cuando lleg\u00f3 la reunificaci\u00f3n alemana, miles de personas utilizaron sus vetustos Trabant<\/strong> para traspasar la frontera occidental y, debido a la ineficiencia de emisiones (y su ilegalidad frente a los estandares de la Rep\u00fablica Federal Alemana), centenares de coches fueron abandonados en la v\u00eda p\u00fablica por sus due\u00f1os. El Trabant<\/strong> pas\u00f3 a ser una mala palabra, y una enorme cantidad de ellos fueron revendidos a precios irrisorios con tal de poder deshacerse de ellos.<\/p>\n\n
Pero el tiempo suele dar segundas oportunidades, especialmente para aquellos que han sido injustamente acusados de algo que no cometieron. No s\u00f3lo se han formado clubes de fans del Trabant<\/strong> – los cuales lo han customizado de miles de maneras, incluyendo el recambio total de su infame motor<\/em> -, sino que se han celebrado competencias con Trabants<\/strong> tuneados<\/em>. Y, por si todo esto fuera poco, el 2009 vi\u00f3 el nacimiento de un prototipo completamente moderno – aunque respetuoso de las l\u00edneas cl\u00e1sicas del cochecito<\/em> -, manufacturado por un consorcio de industriales alemanes, quienes planean fabricar dos modelos – uno el\u00e9ctrico y otro motorizado por un engine BMW<\/strong> <\/em>-. Un incre\u00edble revival<\/em> para un autito que naci\u00f3 hace m\u00e1s de 50 a\u00f1os y que – con m\u00e1s de 3 millones de unidades producidas<\/em> – termin\u00f3 a la fuerza por hacerse un lugarcito en el coraz\u00f3n de todos los alemanes.<\/p>\n![\"vista](\"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-content\/uploads\/2017\/08\/foto-trabant-601.webp\")
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Nace una estrella… roja<\/h2>\n
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Ciertamente era un prop\u00f3sito tan loable como cuestionable – a final de cuentas, cada persona ten\u00eda derecho a tener su propio auto pero, por otra parte, no hab\u00eda opciones para elegir y la adjudicaci\u00f3n del veh\u00edculo respond\u00eda a una cuesti\u00f3n m\u00e1s de apariencias que de verdadero inter\u00e9s del Estado hacia la persona <\/em>-, pero el estado alem\u00e1n se di\u00f3 ma\u00f1a para implementarlo, aunque no sin ciertas dificultades. Uno de los principales problemas era la escasez de materiales para montar una producci\u00f3n masiva de coches, con lo cual los veh\u00edculos fabricados sol\u00edan ser endebles carrocer\u00edas de fibra de vidrio dotadas de alg\u00fan ineficiente motor. Si bien esto imped\u00eda la corrosi\u00f3n propia de los chasis de acero, por otra parte tra\u00eda su propia sarta de problemas, l\u00e9ase la baja resistencia a los impactos, la dificultad para pintar esa clase de materiales, y el resentimiento de la vida \u00fatil de los mismos frente al sol y los calores intensos.<\/p>\n El primer experimento de auto “social” fue el Zwickau AWZ P70<\/strong>, del cual se fabricaron 36.151 unidades entre 1955 y 1958. Pero el estado alem\u00e1n quer\u00eda algo superior – aunque mas econ\u00f3mico<\/em> – y as\u00ed es como se despacharon con el Trabant<\/strong> en 1957 – cuyo nombre significa “sat\u00e9lite”, apelativo elegido por concurso en conmemoraci\u00f3n al lanzamiento del Sputnik<\/strong> ese mismo a\u00f1o<\/em> -.<\/p>\n Para su \u00e9poca el Trabant<\/strong> era un coche relativamente avanzado. Era monocasco, pose\u00eda suspensi\u00f3n independiente en las cuatro ruedas, y su carrocer\u00eda estaba hecha de Duroplast<\/strong> – una especie de pl\u00e1stico generado a partir del reciclamiento de materiales tales como residuos de algod\u00f3n y resinas de fenol, la primera de las cuales proced\u00eda de la URSS y cuya demora en embarque y procesamiento enlentec\u00eda todo el proceso de fabricaci\u00f3n del auto <\/em>-. Pero la escasez de materiales no s\u00f3lo se sent\u00eda en el chasis sino tambi\u00e9n en el motor, el cual hab\u00eda sido reducido a un peque\u00f1o dos tiempos que resultaba tan estridente como ineficiente a la hora del consumo. Dicho motor era un rezago del proyecto original – que consist\u00eda en la fabricaci\u00f3n de un triciclo motorizado <\/em>-, pero jam\u00e1s pas\u00f3 por ning\u00fan proceso de revisi\u00f3n o reingenier\u00eda para adaptarlo a la nueva carrocer\u00eda. Era estruendoso y contaminante, produciendo emisiones de humo cuatro veces superiores a motores de similar cilindrada fabricados en occidente en esa misma \u00e9poca (y eso que estamos hablando de un motor de 600 cc, con unos escasos 26 caballos de fuerza que hac\u00edan llegar al coche – en el mejor de los casos<\/em> – a unos ajustados 112 km por hora). Como sea, lo cierto es que el motor del Trabant <\/strong>era ineficiente: daba 100 km por cada 7 litros de nafta, y resultaba un devorador compulsivo de aceite, obligando a los conductores a supervisar constantemente la mezcla que ten\u00edan en sus peque\u00f1os tanques, en una proporci\u00f3n de un litro por cada 33 de combustible. Por ello era habitual que, en los viajes largos, los due\u00f1os de los Trabant<\/strong> incluyeran como equipamiento standard un enorme bid\u00f3n de aceite para hacerle frente a las necesidades del camino.<\/p>\n La primera edici\u00f3n del Trabant<\/strong> (llamada P50<\/strong>) apareci\u00f3 entre 1957 y 1962; despu\u00e9s vino el 600<\/strong> (fabricado entre 1962 y 1964); y en dicho a\u00f1o apareci\u00f3 el 601<\/strong>, el cual se transform\u00f3 en el modelo mas caracter\u00edstico y extendido de la marca. Ciertamente las expectativas del 601<\/strong> no pasaban de producirlo mas all\u00e1 de 1967; pero los problemas de abastecimiento de materiales dieron por tierra con todos los proyectos para reemplazarlo, con lo cual el vetusto cochecito sigui\u00f3 en producci\u00f3n hasta 1991… justo cuando comenzaba a materializarse el proceso de reunificaci\u00f3n de las dos Alemanias. Con su tecnolog\u00eda mas que arcaica era obvio que el Trabant <\/strong>no estaba en condiciones de competir con sus pares de la antigua Alemania Occidental – l\u00e9ase, la catarata de avanzados Volkswagens<\/strong>, Mercedes Benz<\/strong>, Audis<\/strong>, BMWs<\/strong>, etc <\/em>-, e intent\u00f3 sobrevivir durante un a\u00f1o m\u00e1s con el modelo 1.1<\/strong>, el cual no era m\u00e1s que el viejo 601<\/strong> al cual le hab\u00eda colocado un motor de Volkswagen Golf<\/strong>. Pero 1991 ser\u00eda el a\u00f1o del final, y la f\u00e1brica de Mosel cerrar\u00eda sus puertas, siendo vendida mas tarde a la Volkswagen<\/strong>. Para 1992 el Trabant<\/strong> no era mas que un recuerdo, y sus numerosos supervivientes se agitaban como fantasmas de un pasado demasiado oscuro y amargo de recordar.<\/p>\n Para muchos el Trabant<\/strong> fue un s\u00edmbolo inconfundible del agobiante r\u00e9gimen comunista de la Alemania Oriental. La producci\u00f3n del coche era artesanal y demandante, el auto en s\u00ed era ineficiente y poco seguro – el tanque de combustible estaba ubicado por encima del motor, para alimentar por gravedad al carburador… lo cual lo hac\u00eda propenso a los incendios tanto accidentales como en el caso de eventuales choques frontales<\/em> – y, lo que era peor, las listas de espera para obtenerlo ten\u00edan demoras de varios a\u00f1os – con lo cual los Trabants<\/strong> de segunda mano terminaron cotizando mucho mas caro que los 0 Km pr\u00f3ximos a entregarse<\/em> -. Cuando lleg\u00f3 la reunificaci\u00f3n alemana, miles de personas utilizaron sus vetustos Trabant<\/strong> para traspasar la frontera occidental y, debido a la ineficiencia de emisiones (y su ilegalidad frente a los estandares de la Rep\u00fablica Federal Alemana), centenares de coches fueron abandonados en la v\u00eda p\u00fablica por sus due\u00f1os. El Trabant<\/strong> pas\u00f3 a ser una mala palabra, y una enorme cantidad de ellos fueron revendidos a precios irrisorios con tal de poder deshacerse de ellos.<\/p>\n \n Pero el tiempo suele dar segundas oportunidades, especialmente para aquellos que han sido injustamente acusados de algo que no cometieron. No s\u00f3lo se han formado clubes de fans del Trabant<\/strong> – los cuales lo han customizado de miles de maneras, incluyendo el recambio total de su infame motor<\/em> -, sino que se han celebrado competencias con Trabants<\/strong> tuneados<\/em>. Y, por si todo esto fuera poco, el 2009 vi\u00f3 el nacimiento de un prototipo completamente moderno – aunque respetuoso de las l\u00edneas cl\u00e1sicas del cochecito<\/em> -, manufacturado por un consorcio de industriales alemanes, quienes planean fabricar dos modelos – uno el\u00e9ctrico y otro motorizado por un engine BMW<\/strong> <\/em>-. Un incre\u00edble revival<\/em> para un autito que naci\u00f3 hace m\u00e1s de 50 a\u00f1os y que – con m\u00e1s de 3 millones de unidades producidas<\/em> – termin\u00f3 a la fuerza por hacerse un lugarcito en el coraz\u00f3n de todos los alemanes.<\/p>\n Autos clasicos: historia del Trabant. La cronica del auto mas popular de la infame Alemania Oriental. 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