![\"historia](\"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-content\/uploads\/2017\/08\/foto-tatra-77.webp\")
<\/p>\n
Por Alejandro Franco –<\/strong> cont\u00e1ctenos<\/a><\/h2>\nEra un adelantado a su tiempo. Hitler lo envidiaba hasta tal punto que mand\u00f3 suspender su producci\u00f3n luego de la invasi\u00f3n a Checoslovaquia en 1938, y orden\u00f3 a su ingeniero estrella, Ferdinand Porsche, que construyero un coche popular tan avanzado como \u00e9l. Ten\u00eda un aspecto futurista y una mec\u00e1nica soberbia, y fue el primer coche dise\u00f1ado utilizando un tunel de viento para optimizar su aerodin\u00e1mica.<\/p>\n
Esta es, amigos, la historia del revolucionario Tatra 77<\/strong>.<\/p>\nEl coche checoslovaco… que enloquec\u00eda a los alemanes<\/h2>\n
Los or\u00edgenes de Tatra<\/strong> se remontan a 1850, cuando Ignac Sustala fund\u00f3 una f\u00e1brica destinada a la producci\u00f3n de carruajes en Koprivinice, Moravia. A principios de 1890 decidi\u00f3 expandir el rubro, fabricando vagones de tren y, por \u00faltimo, decidi\u00f3 probar suerte en la industria incipiente del autom\u00f3vil produciendo su primer coche – el Prasident<\/strong> <\/em>– en 1897.<\/p>\n\n
El \u00e9xito obtenido – y la calidad de sus productos<\/em> – lo convirtieron en un favorito de mandatarios y altos jerarcas gubernamentales. As\u00ed es como Tatra <\/strong>comenz\u00f3 a especializarse en coches de lujo, rumbo que obtendr\u00eda su pico de gloria a principios de la d\u00e9cada del 30.<\/p>\nSin embargo sus coches eran, hasta ese entonces, demasiado tradicionales. Los vientos de cambio llegaron con el arribo del ingeniero austr\u00edaco Paul Jaray a la empresa. Jaray hab\u00eda sido uno de los dise\u00f1adores de los primeros zeppelines<\/em>, y estaba decidido a aplicar dicho expertise<\/em> en la fabricaci\u00f3n de automoviles. En ese momento el ingeniero en jefe de Tatra<\/strong> era el genial Hans Ledwinka, un tipo que reclutar\u00eda a los creativos m\u00e1s innovadores y talentosos de la \u00e9poca, y que estaba decidido a crear coches realmente revolucionarios.<\/p>\nNace el Tatra 77<\/h2>\n
Jaray utilizaba t\u00faneles de viento para probar sus dise\u00f1os, con los cuales obten\u00eda modelos con una aerodin\u00e1mica inusual para su \u00e9poca y lo que les daba un rendimiento sorprendente en ruta. En un principio su proyecto era para un coche de rango medio, pero la ambici\u00f3n y la cantidad de ideas innovadoras derivaron en que Ledwinka y los suyos decidieran construir un revolucionario coche de lujo.<\/p>\n
El nuevo coche – llamado 77<\/strong><\/em> – fue presentado en Praga en 1934. Era sorprendentemente manejable, silencioso, estable, y ten\u00eda una figura futurista. Alcanzaba con suma facilidad los 145 km\/h, una velocidad que ni siquiera se notaba en su aislado interior. La prensa se deshac\u00eda en elogios y el entonces canciller de Alemania, Adolf Hitler, comenz\u00f3 a ver con ojos envidiosos al nuevo coche. Es que, entre todos sus planes de crecimiento y prosperidad, Hitler ve\u00eda a una Alemania de clase media movilizada, dotada de peque\u00f1os y veloces autos que se deslizaban a todo gas por las futuristas rutas alemanas conocidas como Autobahn<\/strong> – un logro de la ingenier\u00eda que tendr\u00eda un objetivo m\u00e1s amplio, ya que servir\u00eda para transportar a toda velocidad a las fuerzas militares alemanas que invadir\u00edan toda Europa a partir de 1939<\/em> -. A\u00fan cuando el Tatra 77<\/strong> era formidable, la sensaci\u00f3n de seguridad que generaba era tal que muchos altos oficiales alemanes manejaron de manera irresponsable sus coches a alta velocidad y terminaron pereciendo en sendos accidentes automovilisticos. Pero ello ya era un problema de impericia m\u00e1s que de ingenier\u00eda y mec\u00e1nica.<\/p>\n\n
El Tatra 77<\/strong> era estilizado. Carec\u00eda de bordes, e incluso pose\u00eda un par de toberas y un aler\u00f3n tipo tibur\u00f3n en su cap\u00f3 trasero, lo que absorb\u00eda el aire y aplastaba el coche contra la ruta, d\u00e1ndole una enorme estabilidad a grandes velocidades. Ten\u00eda un motor trasero enfriado por aire que le daba una perfomance interesante. La versi\u00f3n 77a <\/strong>obtuvo un motor de 3.4 litros que llegaba a una velocidad m\u00e1xima de 150 km\/h. Adem\u00e1s el 77a<\/strong> incluy\u00f3 un tercer faro frontal – un detalle que se transformar\u00eda en la caracter\u00edstica visual de la marca<\/em> -, el cual estaba sincronizado con el volante. Y la aerodin\u00e1mica se puli\u00f3 hasta el punto de obtener un sorprendente coeficiente de 0.212, un n\u00famero que es inusualmente bajo a\u00fan para los standards de hoy en d\u00eda.<\/p>\nEvoluci\u00f3n del Tatra 77<\/h2>\n
En 1936 apareci\u00f3 el 87<\/strong>, una versi\u00f3n m\u00e1s pulida del 77<\/strong>. Se fabricar\u00eda en peque\u00f1as cantidades hasta 1950, y era el coche m\u00e1s lujoso de la marca. Llegaba a 161 km\/h con un motor 2.9, indicando una perfomance mucho m\u00e1s optimizada que el 77<\/strong>, y consumiendo tan solo 12.5 litros de combustible cada 100 kil\u00f3metros, en comparaci\u00f3n con los 20 litros habituales de coches m\u00e1s grandes y potentes (pero menos veloces) que el Tatra<\/strong>.<\/p>\nMientras que el 87<\/strong> era el lujo, el Tatra 97<\/strong> era el coche de clase media. El gran problema con el 97<\/strong> era que su dise\u00f1o fue pr\u00e1cticamente copiado – en mayor o menor medida – por Porsche, quien sufr\u00eda presiones tremendas de Adolf Hitler para entregar su versi\u00f3n alemana del Tatra 77<\/strong>, o lo que \u00e9l consideraba que ser\u00eda “el auto del pueblo”<\/em>. Ba\u00fal adelante, tablero de instrumentos escueto, motor trasero enfriado por aire, faros integrados aerodinamicamente a la carrocer\u00eda… El Beetle<\/a> incorporaba todos esos detalles, raz\u00f3n por la cual Tatra <\/strong>entabl\u00f3 un juicio a Porsche y la Volkswagen<\/strong>, el cual termin\u00f3 siendo aplastado cuando los alemanes se apoderaron de Checoslovaquia y de la f\u00e1brica Tatra<\/strong>. La empresa seguir\u00eda produciendo otros vehiculos para el ej\u00e9rcito alem\u00e1n y los sedanes Tatras<\/strong> de la pre-guerra se convertir\u00edan en piezas codiciadas por los oficiales alemanes. Pero, al terminar el conflicto b\u00e9lico, la empresa reemprender\u00eda las acciones legales contra la VW<\/strong> – aduciendo robo de ideas implementadas en el Volkswagen Escarabajo<\/a><\/em> -, terminando por cobrar un juicio millonario por derechos de autor en 1967.<\/p>\nEl Tatra 87<\/strong> llegar\u00eda hasta 1950, mientras que el 97<\/strong> quedar\u00eda archivado y ser\u00eda reemplazado por el Tatraplan<\/strong>, un coche modesto y m\u00e1s standard elegido por las autoridades comunistas para convertirse en su propio “auto del pueblo”<\/em>. Es una l\u00e1stima que toda la innovacion y empuje de Tatra<\/strong> quedara aplastada por la guerra, y luego quedara relegada a fabricar coches tras la cortina de hierro, actividad que cesar\u00eda en 1999 para dedicarse \u00edntegramente a la producci\u00f3n de camiones y maquinaria pesada. Pocos emprendedores han llegado tan lejos y han revolucionado tanto la historia como Tatra<\/strong>… l\u00e1stima que el peso de los acontecimientos hist\u00f3ricos termin\u00f3 por sepultar todas sus ambiciones.<\/p>\n![\"otra](\"http:\/\/localhost\/autosdeculto2023\/wp-content\/uploads\/2017\/08\/foto-tatra-77a.webp\")
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Jaray hab\u00eda sido uno de los dise\u00f1adores de los primeros zeppelines<\/em>, y estaba decidido a aplicar dicho expertise<\/em> en la fabricaci\u00f3n de automoviles. En ese momento el ingeniero en jefe de Tatra<\/strong> era el genial Hans Ledwinka, un tipo que reclutar\u00eda a los creativos m\u00e1s innovadores y talentosos de la \u00e9poca, y que estaba decidido a crear coches realmente revolucionarios.<\/p>\n Jaray utilizaba t\u00faneles de viento para probar sus dise\u00f1os, con los cuales obten\u00eda modelos con una aerodin\u00e1mica inusual para su \u00e9poca y lo que les daba un rendimiento sorprendente en ruta. En un principio su proyecto era para un coche de rango medio, pero la ambici\u00f3n y la cantidad de ideas innovadoras derivaron en que Ledwinka y los suyos decidieran construir un revolucionario coche de lujo.<\/p>\n El nuevo coche – llamado 77<\/strong><\/em> – fue presentado en Praga en 1934. Era sorprendentemente manejable, silencioso, estable, y ten\u00eda una figura futurista. Alcanzaba con suma facilidad los 145 km\/h, una velocidad que ni siquiera se notaba en su aislado interior. La prensa se deshac\u00eda en elogios y el entonces canciller de Alemania, Adolf Hitler, comenz\u00f3 a ver con ojos envidiosos al nuevo coche. Es que, entre todos sus planes de crecimiento y prosperidad, Hitler ve\u00eda a una Alemania de clase media movilizada, dotada de peque\u00f1os y veloces autos que se deslizaban a todo gas por las futuristas rutas alemanas conocidas como Autobahn<\/strong> – un logro de la ingenier\u00eda que tendr\u00eda un objetivo m\u00e1s amplio, ya que servir\u00eda para transportar a toda velocidad a las fuerzas militares alemanas que invadir\u00edan toda Europa a partir de 1939<\/em> -. A\u00fan cuando el Tatra 77<\/strong> era formidable, la sensaci\u00f3n de seguridad que generaba era tal que muchos altos oficiales alemanes manejaron de manera irresponsable sus coches a alta velocidad y terminaron pereciendo en sendos accidentes automovilisticos. Pero ello ya era un problema de impericia m\u00e1s que de ingenier\u00eda y mec\u00e1nica.<\/p>\n \n El Tatra 77<\/strong> era estilizado. Carec\u00eda de bordes, e incluso pose\u00eda un par de toberas y un aler\u00f3n tipo tibur\u00f3n en su cap\u00f3 trasero, lo que absorb\u00eda el aire y aplastaba el coche contra la ruta, d\u00e1ndole una enorme estabilidad a grandes velocidades. Ten\u00eda un motor trasero enfriado por aire que le daba una perfomance interesante. La versi\u00f3n 77a <\/strong>obtuvo un motor de 3.4 litros que llegaba a una velocidad m\u00e1xima de 150 km\/h. Adem\u00e1s el 77a<\/strong> incluy\u00f3 un tercer faro frontal – un detalle que se transformar\u00eda en la caracter\u00edstica visual de la marca<\/em> -, el cual estaba sincronizado con el volante. Y la aerodin\u00e1mica se puli\u00f3 hasta el punto de obtener un sorprendente coeficiente de 0.212, un n\u00famero que es inusualmente bajo a\u00fan para los standards de hoy en d\u00eda.<\/p>\n En 1936 apareci\u00f3 el 87<\/strong>, una versi\u00f3n m\u00e1s pulida del 77<\/strong>. Se fabricar\u00eda en peque\u00f1as cantidades hasta 1950, y era el coche m\u00e1s lujoso de la marca. Llegaba a 161 km\/h con un motor 2.9, indicando una perfomance mucho m\u00e1s optimizada que el 77<\/strong>, y consumiendo tan solo 12.5 litros de combustible cada 100 kil\u00f3metros, en comparaci\u00f3n con los 20 litros habituales de coches m\u00e1s grandes y potentes (pero menos veloces) que el Tatra<\/strong>.<\/p>\n Mientras que el 87<\/strong> era el lujo, el Tatra 97<\/strong> era el coche de clase media. El gran problema con el 97<\/strong> era que su dise\u00f1o fue pr\u00e1cticamente copiado – en mayor o menor medida – por Porsche, quien sufr\u00eda presiones tremendas de Adolf Hitler para entregar su versi\u00f3n alemana del Tatra 77<\/strong>, o lo que \u00e9l consideraba que ser\u00eda “el auto del pueblo”<\/em>. Ba\u00fal adelante, tablero de instrumentos escueto, motor trasero enfriado por aire, faros integrados aerodinamicamente a la carrocer\u00eda… El Beetle<\/a> incorporaba todos esos detalles, raz\u00f3n por la cual Tatra <\/strong>entabl\u00f3 un juicio a Porsche y la Volkswagen<\/strong>, el cual termin\u00f3 siendo aplastado cuando los alemanes se apoderaron de Checoslovaquia y de la f\u00e1brica Tatra<\/strong>. La empresa seguir\u00eda produciendo otros vehiculos para el ej\u00e9rcito alem\u00e1n y los sedanes Tatras<\/strong> de la pre-guerra se convertir\u00edan en piezas codiciadas por los oficiales alemanes. Pero, al terminar el conflicto b\u00e9lico, la empresa reemprender\u00eda las acciones legales contra la VW<\/strong> – aduciendo robo de ideas implementadas en el Volkswagen Escarabajo<\/a><\/em> -, terminando por cobrar un juicio millonario por derechos de autor en 1967.<\/p>\n El Tatra 87<\/strong> llegar\u00eda hasta 1950, mientras que el 97<\/strong> quedar\u00eda archivado y ser\u00eda reemplazado por el Tatraplan<\/strong>, un coche modesto y m\u00e1s standard elegido por las autoridades comunistas para convertirse en su propio “auto del pueblo”<\/em>. Es una l\u00e1stima que toda la innovacion y empuje de Tatra<\/strong> quedara aplastada por la guerra, y luego quedara relegada a fabricar coches tras la cortina de hierro, actividad que cesar\u00eda en 1999 para dedicarse \u00edntegramente a la producci\u00f3n de camiones y maquinaria pesada. Pocos emprendedores han llegado tan lejos y han revolucionado tanto la historia como Tatra<\/strong>… l\u00e1stima que el peso de los acontecimientos hist\u00f3ricos termin\u00f3 por sepultar todas sus ambiciones.<\/p>\n Autos clasicos: historia del Tatra 77. 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