Autos de Culto: Selección de coches exóticos (I)

Volver al Indice – Historia de Autos de Culto / Por Alejandro Franco – contáctenos

Es hora de sacar la cabeza del agujero en la tierra y conocer coches de otros países del mundo. Pero no necesariamente de Estados Unidos, Alemania, Japón o Francia; hay multitud de rarezas rondando por ahí, ahora en manos de coleccionistas… o abandonadas en desarmaderos. Coches no convencionales, autos producidos en paises ignotos (o cuya existencia de industria automotriz era desconocida)… y miles de excentricidades como las que nos gusta desenterrar. Bienvenidos a esta selección de autos raros, extintos, insólitos o, simplemente, exóticos.

Sabra GT Coupe

La industria militar de Israel es conocida en todo el mundo – ellos fabrican sus propias armas, aviones y tanques con técnicas innovadoras -, pero poco se sabe de su industria automotriz. Como Autocars Co. Ltd., la primera fábrica de coches israelí radicada en Haifa en 1957 y que tuvieron su momento de popularidad con el Sabra GT Coupe, un pichón de Aston Martin (aunque solo alcanzaba a imitar el styling) que fabricaron entre 1964 y 1968. Bah, en realidad lo ensamblaban ya que era un kit provisto por el carrocero británico Ashley con cuerpo de fibra de vidrio construido por Reliant. Tenía un motor de 1.7 litros by Ford y 61 caballos de fuerza. Aunque la terminación del auto dejaba que desear, el motor de Ford lo convirtió en un auto confiable y llegaron a exportarse algunos ejemplares a Europa. La producción del Sabra murió en 1967 con la Guerra de los 6 Días, donde Autocars se vió obligada a paralizar actividades y sólo las retomaron para cubrir los pedidos previos. Autocars pasaría por varias manos y cerraría en 1980, dejando a AIL como la única industria automotriz israelí… y dedicada a producir exclusivamente vehículos militares.

EMW 327

El fin de la Segunda Guerra Mundial trajo el desmembramiento de Alemania, separándola en cuatro zonas de ocupación. Mientras que los Aliados estuvieron de acuerdo en unir sus tres zonas y formar Alemania Federal – estímulandola a reconstruirse y volverse una democracia fuerte -, los soviéticos insistieron en saquear y apoderarse de cuanto pudieran en la zona restante. No es que los soviéticos fueran bárbaros sino que estaban poseídos por un odio visceral hacia los nazis – y, por efecto transitivo, hacia los alemanes – por la feroz campaña rusa que Hitler había comenzado en 1941 (con la Operación Barbarroja), y que llevó al exterminio de pueblos enteros en la URSS. De ese modo, lo que quedó fue una ocupación con características inhumanas en donde todo era botín de guerra para paliar el dolor y las deudas del pueblo soviético.

Como consecuencia de esto el país quedó partido en dos y, lo que es peor, muchas industrias de renombre vieron como la mitad de sus instalaciones quedaron en territorio soviético. Lo que siguió fue una situación tan bizarra como ilegal, donde las dos Alemanias fabricaban los mismos autos utilizando la misma matricería (de tiempos previos a la guerra) y hasta a veces usando la misma marca. A la DKW le pasó con la IFA, y a BMW le ocurrió con la EMW. En realidad los alemanes orientales tomaron el modelo de lujo de BMW de la pre guerra – el 327 – y lo volvieron a fabricar con la marca oficial. BMW entabló un juicio en 1946 para, al menos, cambiar el nombre de los autos. La BMW comunista se volvió EMW (Eisenach Motoren Werke) y siguió despachando 327 hasta 1955. Para ese entonces la BMW ya había comenzado a diferenciarse con cosas como el mítico BMW 507 y el BMW 503, tan exquisitos como costosos y que llevarían al borde de la quiebra a la marca. En cambio EMW se convertiría en Wartburg… sí, la misma que proveyera motores y carrocerías para los primeros autos producidos en Argentina como algunos modelos del Justicialista, el Graciela W y el Koller.

Meteor Rideau

Un Meteor Rideau de 1957. ¡Esperen!. ¡Eso es un Ford!. En realidad todo esto es parte de una complicada estrategia de negocios de los gigantes de Detroit para vender coches baratos en Canadá sin quemar sus marcas principales. General Motors fundó dos marcas (Beaumont y Acadian) y Ford hizo lo mismo (con Meteor y Monarch) para ofrecer versiones light de sus modelos standard norteamericanos (esencialmente, Fords y Mercurys). La Ford era reticente a la movida pero los dealers canadienses se pusieron firmes y la Meteor duró desde 1949 hasta 1976.

Salmson Randonnée G72

Un Salmson Randonnée G72 de 1951. Un sedán 4 puertas con motor 2.2 litros y aspiraciones de modelo de lujo. Claro, la economía de la postguerra mató a la Salmson, entre la sequía del mercado y los altos impuestos para coches de lujo. Estos franceses rozaron la quiebra en 1951 y recibieron un salvataje, pero los números en rojo terminaron por vencer y la fábrica cerró en 1954 con solo 507 unidades producidas.

Borgward Isabella cupé

Un Borgward Isabella cupé de 1960. Los Isabella eran una vasta familia de modelos de Borgward, que cubría desde sedanes hasta pickups y rurales. La versión cupé (creada en 1957) aspiraba a ser un top de línea, el drama es que tenía un motor 1.5 litros de escasa potencia que no estaba a la altura de sus rivales de mercado. Lamentablemente no duró mucho ya que en 1961 Borgward entró en quiebra y, aunque la fábrica podría haber sobrevivido, la muerte del mismo Carl Borgward en 1963 sellaría el destino de su marca.

COCHES EXOTICOS Y DE COLECCION

Selección de coches exóticos (I) – Selección de coches de colección (II) – Selección de autos de colección (III)