Volver al Indice – Historia de Autos Argentinos / Por Alejandro Franco – contáctenos
Microautos italianos ensamblados en Argentina; emprendimientos criollos que no prosperaron; una chata de fierro y varios compactos norteamericanos que eran demasiado grandes para nuestras rutas en este número de autos argentinos del ayer.
Este es un Fiat Multipla, un monovolumen basado en el Fiat 600. En esa epoca los microcars se esforzaban por ofrecer algún tipo de versión familiar – incluso le pasó al Isetta BMW, que hizo un modelo tres puertas parecido al Multipla -, y que al menos tenía una capacidad de carga decente. Acá en Argentina Piero Dusio – vía AutoAr y Cisitalia Argentina – logró hacer un acuerdo con Fiat para producir sus modelos en nuestro país, la mayoría de los cuales eran ensamblados con escasas modificaciones locales y escasa participación de componentes criollos. Así llegó el Multipla, rebautizado acá como Cisitalia Bella Vista / Mixto, el cual tenía un diseño posterior diferente – en el Multipla era directamente la cola del 600 pero acá le hicieron un diseño mas cuadrado tipo furgoneta – y traía el motor usado en el Cisitalia cupé 750. Cisitalia al igual que su hermana AutoAr perecieron en 1962 cuando el estado les sacó la licencia ya que no cumplía con la cuota de autopartes nacionales y no hacían el menor esfuerzo para aumentarla o directamente crear una producción de origen nacional. Así terminaba la aventura industrial de Piero Dusio en Argentina.
Esta es la Eniak Durango, la primera 4×4 de producción completamente nacional. Bah, en realidad era la versión badass del Dodge 1500 / Volkswagen 1500 / Hillman Avenger que VW producía en esa época después de haber adquirido las instalaciones de Chrysler Argentina. Para principios de los 80 la importación estaba cerrada y la gente de Eniak (que tenía experiencia en el ramo ya que había desarrollado el roadster vintage Antique sobre la plataforma del 1500) decidió hacer una pickup criolla con versiones standard y 4×4. Con el trabajo de Pedro Campo (que había diseñado el Antique) hicieron la Durango, la cual salió a la venta en 1986. Tenía capacidad de carga de 1.000 kg, y tenía motorizaciones Indenor (diesel) y Volkswagen (versión naftera). Tenía caja de cinco velocidades y la versión full venía con aire acondicionado y barra antivuelco. Si bien uno puede calificar a la gente de Eniak como carroceros – básicamente adquirían Volkswagen 1500 directo de fábrica, los cortaban en su planta en el barrio porteño de Mataderos y armaban la camioneta sobre la base del auto -, la cantidad de ingeniería original aplicada da de sobra para ser considerado un coche nuevo y singular. Aún quedan sobrevivientes operativos del modelo, y sus dueños hablan maravillas de las prestaciones y durabilidad de la camioneta. Lamentablemente Eniak cerró sus puertas en 1990; el costo de las autopartes necesarias para armarla se disparó por las nubes (eran las postrimerías de la hiperinflación de 1989 y el país aún no terminaba de acomodarse en lo económico) y la fabricación se volvió inviable… aunque las malas lenguas dicen que gente de la competencia no soportó ver el éxito de un producto tan sólido e hizo lobby para sacarla del mercado.
Pero antes de la Durango existieron otras 4×4. Claro, eran las producidas por IKA basadas en modelos Jeep de la Willys Overland. Esta es la Gladiator (o Gladiador como se le decía comúnmente), la que se produjo desde 1963 hasta 1977 con diferentes frentes, nombres y carrozados (Gladiator Tornado, Jeep T 80, Jeep T 1000). Debe ser una de las pickups mas duras y resistentes que debe haber recorrido nuestros caminos, aún se encuentran ejemplares operativos que, despintados y oxidados, funcionan de manera impecable y no tienen ni un agujero por corrosión. Tuvo versiones 4×2, 4×4, diesel, nafteras y motores de todo tipo y color, incluyendo el famoso Tornado que impulsaría al Torino, ese imperecedero clásico argentino. En 14 años de existencia se produjeron 27.811 unidades, lo que da fe de la popularidad del modelo.
IKA tenía acuerdos con medio mundo para producir autos en Argentina. Con la AMC produjo los Rambler y después esa customización criolla que fue el Torino, amén de toda la línea Jeep. Este es uno de los primeros ejemplares de Rambler argentos, el Custom Classic de 1962. En sí, la mayoría de los Rambler eran feos o estéticamente discutibles, pero eran compactos, funcionales y accesibles y de allí el éxito de la marca. Esta versión del Rambler Custom Classic se produjo hasta 1963 con 7.604 unidades vendidas, todo un hito para la industria automotriz nacional en aquel momento. Usaba el motor del Kaiser Carabela, un monstruo de 3.7 litros (que entra en la definición norteamericana de “compacto”) y se hizo incluso una versión rural (con 1.486 unidades producidas); también estaba el Ambassador, que era el mismo coche en envase de lujo con 2.348 unidades fabricadas. El drama es que, para principios de los 60, estos Rambler ya se veían anticuados y por eso en 1963 llegó la segunda generación con…
… el Rambler Classic Custom 660, la Cross Country 550 y el Ambassador 990 (generación 1963), los cuales se veían mas modernos y eran mas competitivos con los Ford, Chevrolet y Dodge que se ofrecían en la época. Siempre era el mismo coche en versiones standard, rural y mas lujosa, pero el Rambler Ambassador 990 traía dirección hidráulica, levantavidrios eléctrico y aire acondicionado, lo cual era inédito para el mercado argentino. Conocidos como “boca de pescado” por el diseño de su parrilla, la segunda generación seguiría usando el motor del Kaiser Carabela. Del Classic, Cross Country y Ambassador se producirían respectivamente 9.010, 4.530 y 2.587 unidades, y se fabricarían entre 1963 y 1965 en donde llegaría…
… la tercera y última generación de Ramblers nacionales. Acá aparece el nuevo Ambassador con el aspecto que todos conocemos (de faros verticales), y los Ramblers standard (Classic y Rural) tendrían un rediseño que estéticamente era bastante insípido. El gran cambio de esta generación – que se produciría hasta 1972 – es la introducción del motor Tornado Jet I6 230 de 3.770 cm3 que impulsaba a los modelos Jeep. Dado el éxito de la serie (que produciría del sedán, rural y Ambassador 12.171, 6.195 y 7.093 unidades producidas hasta 1972), IKA cobraría impulso para hacer una versión propia y mas deportiva de los Rambler, dando lugar a la aparición del Torino en 1966. Cuando Renault tomara el control total de IKA a principios de los 70 los Rambler saldrían de producción aunque se harían a pedido hasta 1975. El Rambler Ambassador 990 tercera generación sería todo un clásico, siendo utilizado incluso como coche presidencial y, como legado de la calidad de los productos IKA, Renault mantendría al Torino en producción hasta 1980, convirtiéndose en el gran coche argentino.